La cría de aves de traspatio (Gallus domesticus) en entornos urbanos es cada vez más común en EE. UU. En los países en desarrollo, las aves de traspatio representan aproximadamente el 80 % de la población de aves de producción, suelen ser razas autóctonas no seleccionadas de diferentes edades, con varias especies juntas en el mismo corral. Esta actividad sirve para satisfacer las necesidades de alimento de los domicilios y es una fuente adicional de ingresos. Hoy en día, los propietarios de aves de traspatio en EE. UU. suelen considerarlas como animales de compañía, algo que no ocurre con las aves criadas para la producción comercial. Un estudio del USDA realizado en 2010 en cuatro ciudades (Los Ángeles, Denver, Miami, Nueva York) concluyó que el 0,8 % de todos los domicilios tenían pollos y casi el 4 % de los hogares sin pollos tenían previsto tener pollos en los próximos 5 años. Debido a que la cría de aves de traspatio es cada vez más habitual, los propietarios deben recibir una formación adecuada sobre como mantener sus explotaciones sanas; por lo tanto, son necesarios más veterinarios capacitados para proporcionar esta formación y/o atención veterinaria.
Todos los pollos comerciales y domésticos proceden del gallo silvestre (Gallus gallus), que se domesticó en el sudeste de Asia hace muchos siglos. Actualmente, encontramos cientos de razas de pollos que se crían con diferentes propósitos y se clasifican en razas para carne, para puesta de huevos y de doble propósito. Los pollos de carne se caracterizan por su rápida tasa de crecimiento y su buen rendimiento cárnico, frente los de puesta, que se han seleccionado por su buena capacidad de producción de huevos. Los pollos de doble propósito, como las razas Plymouth Rock, New Hampshire, Rhode Island Roja, Wyandotte y Orpington, son considerablemente buenos tanto para la producción de huevos como de carne, lo que los convierte en una elección idónea para la mayoría de los criadores de aves de traspatio.
Se recomienda comprar los pollitos y otras aves de un criadero o un criador con buena reputación para empezar con buen pie y evitar problemas futuros. Se recomienda comprar en criaderos o criadores que participan en el National Poultry Improvement Plan, porque estas explotaciones están sometidas a pruebas rutinarias para la detección de enfermedades como Salmonella Pullorum y S Gallinarum ( ver Salmonelosis). Se puede acceder a una lista de criadores y criaderos certificados poniéndose en contacto con las asociaciones avícolas oficiales. Además, se alienta a los futuros propietarios a que visiten físicamente las explotaciones de criadores o el criadero donde van a comprar para asegurarse de que solo se introducen aves sanas en su explotación de traspatio.
Muchos propietarios de explotaciones de traspatio tienen aves de varias edades y/o especies. Mezclar aves de diferentes especies y de diferentes orígenes aumenta el riesgo de introducir enfermedades, y es preferible juntar solo aves de edades y especies similares ("todo dentro/todo fuera"). Si se crían animales de diferentes edades y/o especies en una misma propiedad, se debe tratar de minimizar el contacto entre grupos manteniéndolos en espacios separados. Las aves más importantes desde el punto de vista económico o emocional deben ser las primeras en atenderse cada día. Es necesario separar las aves nuevas o que han regresado durante al menos 4-6 semanas para vigilar signos de enfermedad. La aplicación de una correcta bioseguridad también es crucial para que las aves de producción cuenten con una buena salud.