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Petauros del azúcar

PorLaurie Hess, DVM, DABVP, The MSD Veterinary Manual
Revisado/Modificado oct 2019

Los petauros del azúcar son marsupiales nocturnos de pequeño tamaño, nativos de Australia, Indonesia y Nueva Guinea. Se han convertido en mascotas populares. Su nombre deriva de la delgada membrana de tejido (patagio) que se extiende desde las muñecas de sus extremidades anteriores hasta los tobillos de sus extremidades posteriores. Les permite planear de un árbol a otro en la naturaleza. Los petauros del azúcar silvestres viven en grandes grupos sociales y en cautividad viven mejor cuando se alojan en parejas. Son animales omnívoros fermentadores del intestino grueso, que dependen de la fermentación bacteriana cecal para digerir los carbohidratos. En estado silvestre, se alimentan de una variedad de plantas, savia e invertebrados. Esta dieta es difícil de reproducir en cautividad, lo que les predispone a deficiencias nutricionales y enfermedades.

Los petauros del azúcar (Petaurus breviceps) son marsupiales nocturnos de pequeño tamaño, originarios de Australia, Indonesia y Nueva Guinea. Habitan en bosques de eucaliptos y acacias. Pertenecen a la familia Petauridae. Tienen una membrana de planeo (patagio) que se extiende desde la muñeca de la extremidad anterior hasta el tobillo de la extremidad posterior, lo que les permite planear hasta 50 m y buscar alimento gastando menos energía. Utilizan sus colas como timones estabilizadores para cambiar de dirección con facilidad. El segundo y tercer dedo de sus patas traseras están fusionados para formar un "peine de aseo" que les ayuda a limpiar su pelaje.

Las hembras son poliéstricas estacionales y tienen dos vaginas laterales, un canal vaginal central, dos úteros y una marsupio con cuatro pezones. A menudo paren dos crías. Tras 16 días de gestación, las crías (joeys), con solo 0,2 g de peso, migran al marsupio para desarrollarse más y salen de la bolsa al cabo de 70-74 días. Permanecen en el nido hasta los 110-120 días de edad, coincidiendo con el destete. Viven con la colonia hasta los 7-10 meses de edad.

Los machos tienen un pene bifurcado (para coincidir con la doble vagina de la hembra) y un escroto pendular que contiene dos testículos. Los machos no orinan desde el extremo bifurcado del pene sino desde el extremo proximal. Tanto los machos como las hembras tienen glándulas olfativas paracloacales adyacentes a la cloaca (la abertura cloacal es la abertura común de los tractos urinario, reproductivo y GI) con las que marcan el territorio y entre ellos. Los machos también tienen glándulas olfativas frontales en la frente y glándulas en la garganta y pecho. El pelaje escaso y la secreción oleosa son normales en las glándulas frontal y esternal de los machos pospuberales. Estas glándulas dan a ambos sexos un olor de almizcle.

Los petauros del azúcar tienen ojos grandes, protuberantes y muy espaciados, lo que les da un campo de visión amplio, especialmente en la noche. Sus orejas se mueven de forma independiente y son muy sensibles al sonido. Tienen también un gran sentido del olfato para localizar el alimento, detectar a los depredadores y reconocer tanto su territorio como a sus compañeros de colonia.

Los petauros silvestres tienen un pelaje gris y una raya negra central dorsal en la cabeza. Los petauros domesticados pueden parecer similares al silvestre, pero tienen variaciones del color. Son polígamos, territoriales y viven en colonias de 5 a 12 individuos con un macho dominante. Duermen en los huecos de los árboles durante el día y entre viajes de búsqueda de alimento por la noche. Toleran una amplia gama de temperaturas ambientales y entran en letargo para conservar energía en condiciones muy frías.

Los petauros del azúcar son omnívoros. Se alimentan de exudados de plantas e insectos ricos en azúcar (savia, goma, néctar, maná, polen) e invertebrados como fuente de proteína. Son fermentadores de intestino grueso y tienen un ciego bien desarrollado que utiliza la fermentación bacteriana para romper los complejos de polisacáridos contenidos en la goma. También ver la Tabla: Selección de datos fisiológicos del petauro del azúcar, que resume importantes datos biológicos y fisiológicos de los petauros del azúcar.

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Exploración física de los petauros del azúcar

Para realizar un examen clínico completo, puede ser necesaria la anestesia con isoflurano a través de una máscara facial si el petauro está muy estresado o muerde. Los ejemplares más dóciles pueden examinarse envueltos en una toalla pequeña sobre la palma de la mano. Los petauros dentro de las bolsas de tela pueden estar parcialmente expuestos, permitiendo examinar una determinada parte del cuerpo al mismo tiempo. Al ser nocturnos, es preferible programar los exámenes clínicos a primera hora del día, que están menos activos.

Si es posible, en primer lugar se debe observar al petauro moviéndose en su jaula para evaluar la postura, la coordinación y su comportamiento. Si está anestesiado, se puede registrar la temperatura cloacal, la frecuencia cardiaca y la frecuencia respiratoria. Se pueden evaluar el corazón y los pulmones con un fonendoscopio pediátrico. El pelo y la piel deben examinarse en busca de ectoparásitos, lesiones traumáticas, pérdida de pelo y para valorar el grado de hidratación. Hay que examinar la cavidad oral en busca de dientes rotos, abscesos dentales o acumulación de sarro, así como los ojos y oídos para detectar cualquier anomalía. Se debe examinar el área cloacal y extruir el pene de los machos. Se debe palpar el abdomen y examinar el marsupio en las hembras. Se deben palpar las articulaciones principales y examinar los dedos y las uñas de los pies en busca de traumatismos.

Técnicas de diagnóstico y tratamiento en los petauros del azúcar

Si un petauro del azúcar está deshidratado, se pueden administrar fluidos isotónicos hasta el 10 % del peso corporal, por vía SC sobre el hombro. Se debe tener cuidado para no producir un edema en el patagio. Los fluidos se pueden administrar también por vía intraósea en el fémur proximal o en la tibia. Las inyecciones SC se pueden administrar en la misma zona donde se administraron los fluidos SC. Las inyecciones IM se administran en la musculatura epaxial del cuello y de la región dorsal del tórax. Las inyecciones IV son muy difíciles de realizar, pero pueden hacerse en las venas cefálicas o safenas laterales de un petauro anestesiado.

Las radiografías suelen requerir que el petauro esté anestesiado para realizar un posicionamiento adecuado. Las enfermedades pulmonares son más fáciles de detectar con radiografías. Las heces pueden muestrearse fácilmente y controlarse anualmente con una flotación fecal y un frotis directo para detectar parásitos. Los animales con diarrea deben tener sus heces cultivadas y analizadas para determinar la sensibilidad adecuada a los antibióticos.

Recogida de sangre, hematología y bioquímica de los petauros del azúcar

Los rangos de referencia para los petauros del azúcar se presentan en la Selección de valores hematológicos y de bioquímica sérica del petauro del azúcar. La sujeción química, esencial para permitir la recogida de sangre, se consigue de forma más segura con isoflurano/oxígeno administrado a través de una mascarilla y un circuito anestésico tipo T.

Para ayudar a hacer diagnósticos clínicos, las muestras de sangre se pueden obtener de la vena cava craneal, la vena yugular, la arteria medial tibial y la vena lateral de la cola. Se pueden extraer volúmenes de sangre de hasta el 1 % del peso corporal. Se suelen obtener 0,5-1 mL.

Para acceder a la vena cava craneal, se puede insertar una aguja de calibre 27 o 25 con una jeringa de insulina, en la entrada torácica justo lateral al manubrio del esternón, con la aguja dirigida en un ángulo de 30° desde la línea media hacia el miembro posterior opuesto. La vena cava no se visualiza directamente durante la venopunción, se accede a ciegas utilizando el manubrio como un punto de referencia palpable.

La vena yugular se puede visualizar si se corta el pelo y se ingurgita aplicando una presión digital suave en la entrada torácica, se localiza a medio camino entre la punta del hombro y la rama mandibular. Para facilitar la venopunción, se puede doblar la aguja en su base.

La arteria medial tibial discurre superficialmente distal y medial a la articulación patelar y puede muestrearse con una aguja de 27-25 y una jeringa de 0,5-1 mL. Es necesario aplicar presión después de la extracción para evitar la formación de hematomas. Por el tamaño de la vena lateral de la cola, es más adecuado pinchar la piel y recoger las gotas de sangre con tubos capilares. Se pueden obtener también pequeñas muestras de sangre (0,25 mL) de las venas cefálica, safena lateral, femoral y coccígea ventral con una aguja de calibre 27 en una jeringa de insulina.

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Anestesia y cirugía en los petauros del azúcar

La anestesia en los petauros del azúcar debe abordarse de la misma forma que en los pequeños mamíferos. Los petauros deben estar en ayunas durante al menos 4 horas. Se pueden utilizar analgésicos preoperatorios, sedantes para reducir el estrés preoperatorio y anestésicos locales y gaseosos. Se debe mantener a los petauros calientes durante la cirugía para asegurar una recuperación rápida. Los petauros que se someten a cirugías que duran >1 hora o que requieren un acceso intraabdominal deben recibir fluidos intraóseos (en el fémur o la tibia) durante todo el procedimiento si el acceso IV es imposible debido a su pequeño tamaño. Los procedimientos más cortos y simples pueden necesitar solo fluidos SC.

Los preanestésicos usados suelen incluir atropina o glicopirrolato, midazolam y butorfanol o buprenorfina. Se pueden administrar inyecciones anestésicas locales de una mezcla 50:50 de lidocaína al 2 % con bupivacaína al 5 % para infiltrar el lugar de la incisión y ayudar a reducir la posibilidad de automutilación posoperatoria. Para facilitar la castración, esta mezcla puede diluirse con agua estéril e infundirse en la base del tallo escrotal más cercano al abdomen, mientras se administra una baja concentración de gas anestésico. Tanto el isoflurano como el sevoflurano pueden administrarse con una mascarilla facial pequeña o una mascarilla facial grande utilizada como cámara de inducción. Para la cirugía, los petauros pueden mantenerse bajo anestesia inhalatoria con una mascarilla o intubados con un tubo endotraqueal Cook de 1 mm roscado con un estilete.

Durante la cirugía, se debe controlar cuidadosamente la pérdida de sangre. El uso de radiocirugía puede ayudar a minimizar el sangrado. Los petauros del azúcar tienden a masticar las incisiones después de la cirugía, por lo que es ideal que se utilicen suturas subcuticulares y pegamento cutáneo para cerrar las incisiones cutáneas. Los analgésicos han de administrarse antes de la cirugía para minimizar el dolor posoperatorio. Los petauros deben recuperarse de la cirugía en incubadoras de temperatura controlada.

La orquiectomía y la ablación escrotal se realizan frecuentemente en machos para prevenir la reproducción y disminuir la frustración sexual. El pelo se corta alrededor de la base del saco y tallo escrotales, la piel se limpia sin alcohol para no bajar la temperatura corporal. Se administra un anestésico local en la base del tallo escrotal y, bajo anestesia inhalatoria, se realiza la incisión sobre el tallo a ~2-3 mm aproximadamente de la pared corporal. Los cordones espermáticos se exponen mediante disección roma y se pinzan y ligan con sutura de polidioxanona 5-0 o se cortan y cauterizan con radiocirugía. El saco escrotal que contiene los testículos y el cordón espermático distal se extraen, y el tallo ligado puede suturarse a la fascia de la pared abdominal para prevenir la hernia. La piel se cierra con pegamento tisular.

La ovariohisterectomía estándar no se realiza de forma rutinaria debido a la posición interna de los órganos reproductores femeninos, que son de difícil acceso y están por debajo del marsupio. En la ovariohisterectomía, el área alrededor del marsupio se corta y se frota de manera rutinaria, y se realiza una incisión de 1-2 mm en el marsupio. La línea alba se diseca y se hace una incisión roma, y la vejiga se exterioriza desde la incisión para revelar los ovarios por debajo. Las arterias ováricas están ligadas, al igual que el útero proximalmente a los canales vaginales laterales. Después de la resección de ambos ovarios y útero, la línea se cierra y la piel se sutura subcuticularmente y se cierra con pegamento cutáneo.

La amputación distal del pene es otra cirugía que se realiza con frecuencia. Los machos sexualmente frustrados pueden automutilarse el extremo distal de sus penes o desarrollar parafimosis. Dado que los machos orinan solo desde el extremo proximal, el segmento bifurcado distal puede amputarse con seguridad.

Otras cirugías realizadas incluyen la cistotomía para eliminar los urolitos, la uretrostomía para aliviar la obstrucción del tracto urinario por urolitos en los machos y la extirpación de las glándulas paracloacales impactadas. La piel sobre las glándulas impactadas se infiltra con un pequeño volumen de anestésico local y se incide. La glándula se diseca bruscamente y se extrae sin romperla. El vaso sanguíneo que irriga la glándula puede ligarse con polidioxanona 5-0 o 6-0 o cortarse y cauterizarse con radiocirugía. La piel se cierra con pegamento tisular.

Dosis de fármacos para los petauros del azúcar

Se han realizado muy pocos estudios farmacológicos en los petauros del azúcar, y la mayoría de las dosis publicadas se han extrapolado de las determinadas para gatos, hurones y erizos. Para los fármacos y las dosis comúnmente utilizadas en los petauros del azúcar, ver la Tabla: Fármacos más usados en petauros del azúcar.

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Nutrición y alojamiento de los petauros del azúcar

Los petauros del azúcar se deben mantener, de forma ideal, en un grupo formado por un macho y varias hembras. Si se reproducen, se deben retirar las crías poco después del destete, porque pueden producirse violentos intentos de dispersarlos.

Debido a que son arborícolas (habitan en los árboles), se recomienda una jaula grande (idealmente de acero inoxidable recubierto de PVC). La jaula debe ser lo más grande posible, con un tamaño mínimo de 91 × 61 × 91 cm. El espacio entre las barras no debe ser superior a 2,5 × 1,2 cm de ancho, ya que de lo contrario podrían quedar atrapados los pies y las cabezas. Se deben evitar las jaulas que contengan barras verticales, porque no facilitan la escalada. Se debe proporcionar una caja nido de madera (hecha para aves) o una bolsa de tela colocada en lo alto de la jaula para que puedan esconderse y dormir. Las jaulas deben contener numerosas ramas (disponibles comercialmente como jaulas de pájaros) y estantes horizontales para promover la escalada. Los columpios y los juguetes para mordisquear hechos para las aves son ideales para los petauros. Para la estimulación física y mental se deben proporcionar ruedas de ejercicio con una superficie lisa (para no atrapar los dedos). El fondo de la jaula puede cubrirse con papel de periódico u otro producto de papel reciclado que no sea tóxico al ingerirlo. Se deben proporcionar varios comederos y bebederos por toda la jaula, con áreas designadas para comer, beber, hacer ejercicio y esconderse.

La dieta recomendada en cautividad incluye insectos cargados de calcio (grillos, tenebrios, gusanos de cera, cucarachas, polillas) para promover la salud dental, y un sustituto diario de néctar/savia (p. ej., fructosa/sacarosa/ glucosa o miel diluida al 10 % con agua). El néctar debe representar ~50 % de la dieta. Existen varios sustitutos del néctar disponibles comercialmente, como el suplemento de néctar Gliderade (Exotic Pet Nutrition Company, Newport News, VA), goma de acacia en polvo y dietas de néctar destinadas a loris. Otras fuentes de proteínas, además de los insectos, son los huevos, la carne magra, los ratones recién nacidos y las dietas comerciales granuladas destinadas a petauros del azúcar. Además del alimento vivo, deben proporcionarse dietas comerciales o mezclas caseras de insectívoros u omnívoros, y los insectos y los alimentos granulados deben representar casi el 50 % de la dieta total. Las frutas, nueces y verduras deben ofrecerse con moderación (<10 % del total de la dieta), porque muchas de ellas carecen de vitaminas, minerales y proteínas esenciales y contienen principalmente agua.

Existen varias dietas comerciales y recetas de dietas caseras, aunque ninguna dieta estudiada ha demostrado ser ideal para los petauros en cautividad. Antes de la disponibilidad de las dietas granuladas comerciales, se administraba con éxito una fórmula casera llamada mezcla de Leadbeater, junto con insectos, frutas y verduras. La mezcla contiene 150 mL de agua tibia mezclada con 150 mL de miel, un huevo duro con cáscara, una cucharadita de suplemento multivitamínico/mineral y 25 g de cereal infantil seco, rico en proteínas. Una alternativa a la dieta casera de Leadbeater es la dieta de Wombaroo rica en proteína (Wombaroo Food Products, Glen Osmond, Australia del Sur), que es un suplemento proteico en polvo que se tiene que mezclar para usarlo. Además, se debe espolvorear diariamente un suplemento multivitamínico y mineral con calcio si no se proporcionan con la dieta. La comida se debe ofrecer por la noche, cuando los petauros del azúcar están activos, en una plataforma elevada, ya que se sienten más seguros comiendo en lo alto, como lo hacen en los árboles en la naturaleza.

Los petauros del azúcar suelen estar sanos en cautividad cuando se siguen las prácticas adecuadas de manejo. Sin embargo, las deficiencias nutricionales, especialmente de calcio y proteína, se observan con frecuencia en cautividad cuando se alimentan de forma inapropiada. La obesidad también es frecuente en los petauros alimentados con cantidades excesivas de golosinas ricas en grasas y proteínas y no se les proporciona la oportunidad de hacer ejercicio. La hemocromatosis es una enfermedad en la que se acumula el exceso de hierro de la dieta en el hígado, el bazo y otros tejidos. Se ha descrito en petauros cautivos y puede estar asociada con la adaptación evolutiva de los petauros silvestres para extraer el escaso hierro disponible en sus dietas naturales. Los cambios tóxicos hepatocelulares y la cirrosis debida al depósito de hierro pueden conducir a la muerte, a menos que la enfermedad se detecte y trate pronto con quelantes y un tratamiento de soporte.

Puntos clave

  • Los petauros del azúcar son marsupiales cuyas crías completan su desarrollo en el marsupio materno.

  • Tienen estructuras anatómicas únicas, como vaginas y úteros dobles en las hembras, un pene bifurcado en los machos y numerosas glándulas olfativas, incluidas las glándulas paracloacales.

  • Son omnívoros fermentadores del intestino grueso, que consumen una variedad de plantas, insectos y savia/goma de mascar.

Para más información

Consulte también la información para propietarios sobre petauros del azúcar.