La tricomonosis en las aves es una infección causada por parásitos protozoarios del género Trichomonas. En la mayoría de los casos, la tricomonosis en aves de corral, palomas, tórtolas, aves canoras y halcones se caracteriza por acumulaciones caseosas en la cavidad oral y, generalmente, por pérdida de peso. La enfermedad ha sido denominada "chancro", "mofletones" y, en las aves rapaces, "frounce".
Etiología de la tricomonosis en aves
Tanto Trichomonas gallinae como T. stableri causan tricomonosis en aves. Se trata de protozoos flagelados que habitan en los senos paranasales, la boca, la garganta, el esófago, el hígado y otros órganos. Las diferencias en el genotipo pueden estar asociadas con distintos niveles de virulencia, pero la patogenia puede verse afectada por la respuesta inmunitaria y la especie hospedadora.
El agente etiológico de la tricomonosis que afecta a las aves es diferente del que afecta al ganado y a los humanos.
Epidemiología y transmisión de tricomonosis en aves
La tricomonosis en aves es más frecuente en palomas domésticas y tórtolas silvestres que en aves de corral, aunque se han reportado brotes graves en pollos y pavos. Algunas cepas de tricomonas provocan altas tasas de mortalidad en palomas y tórtolas.
La tricomonosis ocurre en todo el mundo, excepto en la Antártida, Groenlandia y las regiones del norte de América del Norte, Europa y Asia. Hasta la fecha, la enfermedad se ha reportado en aves de los órdenes Anseriformes, Columbiformes, Falconiformes, Galliformes, Gruiformes, Passeriformes y Psittaciformes.
Las aves de presa (rapaces, cuervos, etc.) pueden enfermarse tras consumir aves infectadas y suelen presentar lesiones en el hígado, con o sin afectación de la garganta. Las palomas y tórtolas transmiten la infección a sus crías a través de la leche de buche contaminada.
El agua contaminada es probablemente la fuente de infección más importante para pollos, pavos y aves canoras, y se ha demostrado que los parásitos pueden sobrevivir de 2 a 24 horas en agua destilada. La limpieza inadecuada de bebederos y piletas para aves al aire libre puede contribuir a la transmisión.
La tricomonosis en aves no se considera zoonótica.
Hallazgos clínicos de la tricomonosis en aves
La evolución de la tricomonosis en aves es rápida.
Las primeras lesiones aparecen como pequeñas áreas amarillentas en la mucosa oral. Estas lesiones crecen rápidamente y se unen para formar masas que a menudo bloquean completamente el esófago y pueden impedir que el ave cierre el pico. El líquido se acumula en la cavidad oral. En algunos casos, se produce una secreción ocular acuosa y, en etapas avanzadas, el exudado alrededor de los ojos causa ceguera.
Se produce una pérdida rápida de peso, el ave se debilita y se torna apática y, algunas veces, muere después de 8-10 días.
Las aves con infección crónica parecen sanas, aunque los tricomonas suelen estar presentes en raspados de la mucosa de la garganta.
Lesiones
La garganta de las aves afectadas puede presentar varios focos necróticos con material caseoso. La boca y el esófago contienen una masa de material necrótico que puede extenderse hasta el cráneo y, en algunos casos, atravesar los tejidos circundantes del cuello hasta comprometer la piel (ver imagen de tricomonosis en tórtolas). En el esófago y el buche, las lesiones pueden aparecer como áreas amarillas, redondeadas y elevadas, con una espícula caseosa cónica en el centro, conocidas comúnmente como "botones amarillos".
El buche puede estar recubierto por una membrana diftérica amarillenta que, en algunos casos, se extiende hasta el proventrículo. En la mayoría de las aves, la molleja y los intestinos no están afectados.
Las lesiones en los órganos internos son más frecuentes en el hígado. Pueden variar desde pequeñas áreas amarillas de necrosis hasta la sustitución casi total del tejido hepático por restos necróticos caseosos. Las adherencias y la afectación de otros órganos internos parecen ser una extensión por contacto de las lesiones hepáticas.
Cortesía del Dr. Kevin Keel.
Diagnóstico de la tricomonosis en aves
Examen histológico
Ensayo de PCR
Confirmación mediante examen microscópico de una muestra en fresco con solución salina o mediante el cultivo a partir de cadáveres no congelados.
El cultivo de los organismos se realiza en medios de cultivo preparados.
Las lesiones provocadas por la tricomonosis en aves son características, pero no patognomónicas. Entre los diagnósticos diferenciales de estas lesiones macroscópicas se incluyen salmonelosis, poxvirus, infección por Capillaria spp., candidiasis, aspergilosis e hipovitaminosis A. En algunos casos, la tricomonosis ha sido confundida con la histomoniasis, debido a la similitud de las lesiones hepáticas.
Para confirmar el diagnóstico, se debe realizar un examen microscópico de un frotis directo de moco o líquido de la garganta para identificar la presencia de tricomonas.
Las tricomonas pueden cultivarse en diversos medios artificiales, como el medio de Diamond, una solución de suero sanguíneo seco de Loeffler al 0,2 % en solución de Ringer, o una solución de suero de paloma al 2 % en solución salina (NaCl al 0,9 %). El crecimiento óptimo de los organismos ocurre a 37 °C.
Si el ave falleció recientemente (menos de 48 horas) y no estuvo congelada, el diagnóstico puede confirmarse mediante un examen microscópico de una muestra en fresco con solución salina (NaCl al 0,9 %), donde es posible observar tricomonas en movimiento. Para reducir la contaminación bacteriana, pueden utilizarse antimicrobianos.
Un veterinario o un especialista en diagnóstico con experiencia en la identificación morfológica de tricomonas debe examinar las muestras. El ensayo de PCR se emplea con frecuencia para determinar el genotipo de Trichomonas.
Tratamiento y monitoreo de la tricomonosis en aves
El control de la tricomonosis en aves se centra en el saneamiento y la bioseguridad.
Los comederos, los baños y los bebederos de las aves pueden ser una fuente importante de infección para las aves silvestres y domésticas, por lo que la limpieza frecuente de los comederos y bebederos es importante para minimizar la transmisión. Si se documenta o sospecha un brote de tricomonosis en aves silvestres, los comederos y bebederos han de retirarse durante 2 semanas y limpiarse con una solución de lejía al 10 %.
Como la infección por tricomonas de las palomas se transmite tan fácilmente de los progenitores a las crías en el proceso normal de alimentación, se debe separar a las aves infectadas crónicamente de las aves reproductoras. En las palomas, la recuperación de la infección de una cepa menos virulenta de tricomonas parece acompañarse de cierta protección contra ataques posteriores de una cepa más virulenta.
En las palomas, los tratamientos efectivos incluyen carnidazol (10 mg/ave, por vía oral, en una sola dosis), metronidazol (60 mg/kg, por vía oral) o dimetridazol (15-60 mg/ave, por vía oral, durante 5 días).
Ni el metronidazol ni el dimetridazol están aprobados para su uso en aves en los EE. UU.; sin embargo, pueden administrarse bajo prescripción veterinaria para uso extraoficial, excepto en especies destinadas a la producción de alimentos, como pollos y pavos, y en aves de especies menores (p. ej., aves de caza, patos, gansos, avestruces) criadas para el consumo, para las cuales se prohibe el uso extraoficial de dichos fármacos.
Conceptos clave
La tricomonosis es una enfermedad emergente en las aves canoras y continúa siendo una enfermedad importante en las palomas, las tórtolas y las aves rapaces.
Una buena higiene de los comederos y bebederos de las aves es imperativa para minimizar la transmisión.
Para más información
Gerhold R. Parasitic Diseases. En: Greenacre CB, Morishita TY. eds. Backyard Poultry Medicine and Surgery: A Guide for Veterinary Practitioners. 2nd ed. Wiley; 2021:206-217.
McDougald LR, Cervantes HM, Jenkins MC, Hess M, Beckstead R. Protozoal infections. In Swayne DE, ed. Boulianne M, Logue CM, McDougald LR, Nair V, Suarez DL, associate eds. Diseases of Poultry. 14th ed. Wiley-Blackwell; 2020:1192-1254.
Gómez-Muñoz MT, Gómez-Molinero MÁ, González F, et al. Avian oropharyngeal trichomonosis: treatment, failures and alternatives, a systematic review. Microorganisms. 2022;10(11):2297.