Las obstrucciones intestinales son de naturaleza funcional o mecánica y producen una disminución o ausencia de heces. El diagnóstico se basa en hallazgos anómalos durante la exploración mediante la palpación por el recto, la ecografía transabdominal, las pruebas clinicopatológicas que incluyen el análisis del líquido peritoneal y la laparotomía exploratoria. El tratamiento depende de la causa de la obstrucción.
Las obstrucciones intestinales se producen en todas las especies de grandes animales, pero son más frecuentes en caballos. Los bovinos son los rumiantes más afectados; las ovejas y las cabras rara vez se ven afectadas, excepto por el vólvulo intestinal en los corderos. Al margen de las hernias inguinales, las obstrucciones intestinales ocurren con poca frecuencia en los cerdos.
Las obstrucciones interrumpen el flujo de la ingesta y pueden ser de naturaleza mecánica o funcional. Las obstrucciones intestinales mecánicas se caracterizan por ser luminales o extraluminales. Las obstrucciones extraluminales incluyen obstrucciones estrangulantes en animales con vólvulo de una porción del tracto gastrointestinal, u obstrucción extraluminal simple en animales con una masa abdominal como linfosarcoma o necrosis grasa en el ganado vacuno. No se observan anomalías macroscópicas en las obstrucciones funcionales, que en cambio se caracterizan por una hipomotilidad generalizada o íleo. En general, las obstrucciones funcionales se producen con más frecuencia que las mecánicas, y el íleo es común en los caballos después de una cirugía abdominal.
Etiología y patogenia de las obstrucciones intestinales agudas en grandes animales
La causa desencadenante de una obstrucción intestinal funcional a menudo no se puede determinar. Las obstrucciones funcionales se asocian con una motilidad intestinal alterada, con frecuencia debida a factores dietéticos o de manejo, fitobezoares, infestación parasitaria, enteritis, peritonitis o desequilibrios electrolíticos. Las obstrucciones funcionales también pueden deberse a trastornos congénitos de la motilidad como el megacolon (aganglionosis intestinal) en potros con síndrome letal del potro blanco y el resultado de una mutación en el gen del receptor de la endotelina tipo B que causa la imposibilidad de evacuación de las heces desde el nacimiento en los corderos de Camerún. Las obstrucciones mecánicas (obstrucción física de la ingesta) se producen debido a anomalías en la luz intestinal, la pared intestinal u obstrucciones externas al tracto gastrointestinal. Las obstrucciones mecánicas incluyen obstrucciones congénitas (p. ej., atresia de yeyuno, de colon, de recto o anal en terneros, atresia anal en corderos y cerdos) que bloquean la expulsión de heces desde el nacimiento.
En los caballos, las obstrucciones funcionales transitorias son comunes, como las impactaciones alimentarias, que suelen afectar a la flexura pélvica del colon mayor. La infestación o migración parasitarias, las alteraciones dentales y los factores dietéticos o de manejo (p. ej., mala calidad del agua, ingestión de arena debido a la alimentación del suelo, alimentación con heno de mala calidad) suelen estar implicados en el desarrollo de obstrucciones funcionales. Las impactaciones y otras obstrucciones luminales pueden ser el resultado de la ingestión de alimentos groseros, de insuficiente cantidad de agua, de cuerpos extraños o de la presencia de enterolitos. Además de la flexura pélvica, las localizaciones frecuentes de la impactación son el colon menor, el colon transverso, el colon dorsal derecho, el ciego y el íleon.
Otras causas de obstrucción intestinal en caballos son los vólvulos (rotación alrededor del eje mesentérico), la torsión (torsión a lo largo del eje longitudinal del intestino), el desplazamiento del colon ascendente (mayor) y el vólvulo de todo o parte del intestino delgado. Una alteración de la motilidad puede ser una causa desencadenante y, posiblemente también, el ejercicio intenso y los revolcones. Las yeguas de vientre pueden estar predispuestas al vólvulo, la torsión o el desplazamiento del colon ascendente durante la gestación y poco después del parto. La obstrucción se produce como consecuencia de la incarceración que sufre el intestino (normalmente el delgado) al herniarse a través del canal inguinal, el diafragma, defectos mesentéricos, el orificio umbilical o el foramen epiploico o a causa de bandas fibrosas (adherencias, bandas mesodiverticulares, o tallos de lipomas pedunculados). Los sementales y potros Standardbred presentan hernias inguinales y escrotales con mayor frecuencia que otras razas. Las hernias diafragmáticas y los defectos mesentéricos pueden ser congénitos o causados por traumatismos. Las adherencias en caballos son, sobre todo, secuelas de la migración parasitaria y de la cirugía abdominal. Sin embargo, la mayoría de las adherencias no dan lugar a signos clínicos. Los lipomas pedunculados son frecuentes en caballos mayores. También se puede producir intususcepción ileocecal, cecocecal, cecocólica y del intestino delgado. El linfosarcoma y otras neoplasias abdominales y los abscesos abdominales también pueden producir obstrucción intestinal.
En el ganado vacuno, las causas específicas de obstrucción intestinal incluyen:
Vólvulo de la flexura sigmoidea duodenal.
Intususcepción del yeyuno e íleon
Vólvulo del reborde yeyunoileal del intestino delgado
Vólvulo en la raíz del mesenterio
Oclusión luminal del yeyuno debido a un coágulo de sangre secundario a yeyunitis hemorrágica
Obstrucción del intestino delgado o colon espiral debido a fitobezoares.
Vólvulo cecocólico
Atresia de colon, recto y ano
Se cree que las intususcepciones son el resultado de movimientos peristálticos irregulares relacionados con una enteritis, parasitosis intestinal, trastornos dietéticos o con masas murales. Una alteración de la motilidad intestinal debida a la ingestión de un sustrato rápidamente fermentable puede causar vólvulo intestinal.
Las obstrucciones del intestino delgado pueden desarrollarse debido a:
Presencia de bandas fibrosas (p. ej., adherencias, bandas paraováricas, ligamento falciforme, retracción del cordón espermático en el abdomen después de la castración quirúrgica).
Engrosamiento mural (p. ej., adenocarcinoma intestinal)
Masas extramurales (p. ej., linfosarcoma, necrosis grasa, abscesos abdominales)
Hernia (omental, inguinal o umbilical)
Yeyunitis hemorrágica (que produce coágulos sanguíneos y obstrucción luminal)
Las adherencias y abscesos abdominales pueden formarse después de una peritonitis, de inyecciones intraperitoneales o de una cirugía abdominal. Se ha sugerido que la disminución de la motilidad causada por la acumulación de ácidos grasos volátiles, posiblemente relacionada con el suministro de raciones de alto contenido en concentrados o con un aumento brusco de la proporción concentrado/forraje, es la causa del vólvulo cecocólico en el ganado vacuno. El vólvulo cecocólico también puede producirse en asociación con una gestación avanzada o debido a esta o a un íleo por otra afección. La atresia de colon se desarrolla con mayor frecuencia en los terneros Holstein, secundariamente a una isquemia en el útero durante el desarrollo de las flexuras cólicas.
Hallazgos y diagnóstico clínicos de las obstrucciones intestinales agudas en grandes animales
Disminución o ausencia de heces y distensión abdominal variable
Presencia de anomalías durante la palpación rectal, ecografía transcutánea, análisis clinicopatológico del líquido peritoneal y laparotomía exploratoria.
La obstrucción intestinal en los caballos se suele manifestar como dolor abdominal, con inquietud, revolcándose y pateando y coceando el abdomen, y se denomina cólico. En el ganado vacuno, los signos clínicos de dolor abdominal incluyen pisoteo con las extremidades traseras, estiramiento, inquietud, coces en el abdomen y rechinamiento de dientes; rara vez se producen revolcones y bramidos. Los signos clínicos de obstrucción intestinal en ganado vacuno suelen ser más sutiles que en los caballos y normalmente se corresponden con distensión del intestino delgado, tensión en el mesenterio intestinal (por el peso del intestino distendido) o con una afectación vascular. Los signos clínicos de dolor son relativamente consistentes, pero con frecuencia son transitorios en el caso de las intususcepciones y se dan en algunos casos de vólvulo cecal. El ganado con vólvulo de la raíz del mesenterio del intestino delgado está gravemente afectado.
Normalmente, el ganado con obstrucción intestinal presenta anorexia y defeca poco o nada y la producción de leche de las vacas en lactación baja bruscamente. Las heces excretadas pueden estar cubiertas de moco o mezcladas o cubiertas de sangre. La sangre espesa, de color frambuesa, mezclada con heces escasas, es característica de la hemorragia del intestino delgado, particularmente de la asociada con intususcepción o yeyunitis hemorrágica. La sangre del colon o del recto suele ser de un color rojo más brillante. La melena es típica de la hemorragia del abomaso. Los terneros con atresia de colon están sanos al el nacimiento; sin embargo, sufrirán distensión abdominal progresiva y apetito disminuido durante los primeros días de vida ( ver Anomalías congénitas y hereditarias que afectan al sistema digestivo).
La distensión abdominal, por lo general acompañada de un sonido timpánico ("ping") a la auscultación y percusión simultáneas, en el cuadrante abdominal caudal superior derecho ocurre en el caso de vólvulo cecocólico. La dilatación cecal no causa distensión abdominal; sin embargo, suele haber un sonido timpánico en la fosa paralumbar dorsal caudal. En el vólvulo cecocólico, se identifican en la palpación rectal una o varias asas grandes y distendidas del intestino grueso. Se suele presentar hipomotilidad ruminal, y los trastornos metabólicos y cardiovasculares tienden a ser leves, excepto en los casos de vólvulo cecocólico de larga duración.
La distensión abdominal en el cuadrante abdominal derecho ventral se ve a veces en los casos de distensión del intestino delgado. Las asas intestinales distendidas pueden palparse en la exploración rectal y puede oírse líquido en el balotaje y auscultación simultáneos del lado derecho del abdomen. Durante la auscultación y percusión simultáneas se pueden oír áreas pequeñas de resonancia timpánica. Las intususcepciones y las bandas fibrosas que causan obstrucción del intestino delgado pueden palparse por vía rectal en ~25 % de los casos. La exploración ecográfica del abdomen a través de la fosa paralumbar derecha o por el recto puede ayudar a identificar la presencia de distensión del intestino delgado, íleo, hipotonía o atonía, y aumento del volumen de líquido peritoneal. En ocasiones, la ecografía puede identificar una intususcepción.
Los cambios profundos en los parámetros cardiovasculares, como taquicardia, color anómalo de las mucosas, prolongación del tiempo de relleno capilar y deshidratación se asocian con mayor frecuencia con obstrucciones estrangulantes hemorrágicas, como los vólvulos del segmento yeyunoileal del intestino delgado. El vólvulo del segmento yeyunoileal y el de la raíz del mesenterio se caracterizan por su comienzo agudo y el deterioro cardiovascular rápido. Esto lo diferencia del vólvulo cecocólico o de la intususcepción, que pueden continuar durante varios días en el ganado vacuno.
Los trastornos metabólicos producidos pueden ser desde alcalosis metabólica hipopotasémica e hipoclorémica en obstrucciones prolongadas del intestino delgado, duodeno inclusive, a acidosis metabólica grave en las obstrucciones estrangulantes. No suele haber trastornos metabólicos en las obstrucciones funcionales leves, ni al principio de las obstrucciones mecánicas (simples), especialmente si la parte del tracto intestinal afectada es relativamente distal. Se puede producir hipocalcemia, tal vez debido a reducción en la absorción de calcio a nivel del duodeno.
Los cambios en el líquido peritoneal reflejan el grado de peritonitis y pueden ayudar al diagnóstico, tanto en vacas como en caballos, aunque los resultados son más variables en las primeras. Las obstrucciones estrangulantes se caracterizan por un aumento de las proteínas totales y el recuento de células nucleadas del líquido peritoneal, debido a extravasación a través de la pared intestinal. Los neutrófilos comienzan a degenerar y se observan bacterias intracelulares grampositivas y gramnegativas en el líquido peritoneal, a medida que se pierde la integridad de la pared intestinal. La presencia de material de origen vegetal en la cavidad peritoneal indica rotura intestinal o enterocentesis accidental. El análisis del líquido peritoneal es normal en la mayoría de las obstrucciones mecánicas y funcionales simples. Cuando hay neoplasias que causan obstrucción intraluminal, a veces se pueden identificar células neoplásicas en las muestras de líquido peritoneal.
Tratamiento de las obstrucciones intestinales agudas en grandes animales
Según la causa de la obstrucción
Por lo general médico en obstrucciones funcionales y quirúrgico en obstrucciones mecánicas.
Para el tratamiento de la obstrucción intestinal en caballos, ver Descripción general del cólico en caballos. El tratamiento de la obstrucción intestinal funcional en el ganado vacuno suele ser sintomático y de apoyo, después de identificar y eliminar la causa (p. ej., hipocalcemia, hipopotasemia, ingestión excesiva de grano) y dar tiempo para que la motilidad intestinal vuelva a ser normal. Si están presentes, la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos deben corregirse mediante el tratamiento apropiado (oral o intravenoso). Las vacas en lactación suelen recibir geles de cloruro cálcico administrados oralmente o borogluconato de calcio o gluconato de calcio administrado por vía subcutánea, y cloruro de potasio oral (120-140 g 2 veces al día a intervalos de 12 horas). Si se presenta una cetosis secundaria, se debería tratar.
La eritromicina (10 mg/kg, IM, dos veces al día) es el método farmacológico más eficaz para aumentar la tasa de vaciado del abomaso en el ganado vacuno (y presumiblemente aumentar la motilidad intestinal); sin embargo, no existen estudios que demuestren su eficacia en la obstrucción intestinal funcional. Los agentes procinéticos no deben administrarse al ganado vacuno con una obstrucción mecánica debido al mayor riesgo de rotura intestinal proximal a la obstrucción. El pronóstico en el caso de la mayoría de las obstrucciones funcionales es bueno si se administra el tratamiento de apoyo apropiado, especialmente si la causa primaria se identifica y elimina.
Las obstrucciones mecánicas casi siempre precisan cirugía. La terapia antimicrobiana debe empezarse preoperativamente, el tratamiento de apoyo, como los sueros, electrolitos y calcio, debe administrarse cuando sea necesario.
En los caballos que necesitan una laparotomía exploratoria para corregir una obstrucción intestinal, la tasa de supervivencia se ve afectada considerablemente por el tiempo de remisión y la experiencia y formación del cirujano. La tasa de supervivencia es menor para los caballos con obstrucciones estrangulantes y lesiones de intestino delgado, que en los casos de obstrucción simple, aunque la intervención quirúrgica rápida mejora el pronóstico.
En el ganado vacuno, el 70-80 % de los que sufren vólvulo cecocólico sobreviven, aunque el 10 % de los casos recidivan. En las vacas con obstrucción de intestino delgado donde es factible efectuar resección y anastomosis, el 30-40 % sobrevive y tiene una vida productiva. En vacas con vólvulos del segmento yeyunoileal del intestino delgado o de la raíz del mesenterio, el ~50 % sobrevive si se lleva a cabo la corrección quirúrgica a las pocas horas del comienzo. Menos del 30 % de terneros con atresia de colon sobrevive hasta la edad adulta. La corrección quirúrgica de la atresia de colon no es recomendada en los terneros Holstein, ya que la alteración es probablemente hereditaria en esta raza, aunque las lesiones vasculares secundarias a la palpación de la vesícula embrionaria en las primeras 6 semanas del desarrollo embrionario también pueden dar lugar a isquemia y atresia intestinal en los terneros.
Descripción general de las obstrucciones intestinales agudas en grandes animales
La prevención de todos, o incluso la mayoría, de los casos de obstrucción intestinal no es posible. Sin embargo, deben evitarse o corregirse los cambios bruscos en la alimentación y en el manejo, el consumo inadecuado de agua, las infecciones parasitarias, las alteraciones dentales y el acceso a alimentos de mala calidad, comida altamente fermentable y sustancias extrañas deben ser evitadas o corregidas.
Puntos clave
Las obstrucciones intestinales son de naturaleza funcional o mecánica.
Las obstrucciones funcionales se suelen tratar médicamente.
Las obstrucciones mecánicas por lo general necesitan corrección quirúrgica.
Para más información
Freeman DE. Fifty Years of Colic Surgery. Eq Vet J. 2018. 50:4;423-435.
Consulte también la información para propietarios sobre la obstrucción gastrointestinal en caballos.