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El aparato urinario en los animales

PorSherry Lynn Sanderson, DVM, PhD, DACVIM-SAIM, DACVIM-Nutrition, Department of Biomedical Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Georgia
Revisado/Modificado Modificado ago 2024
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Las funciones principales del aparato urinario incluyen las siguientes:

  • Excreción de productos de desecho del metabolismo.

  • Mantenimiento de un entorno extracelular constante mediante la conservación y eliminación de agua y electrolitos.

  • Producción de la hormona eritropoyetina, que regula la hematopoyesis.

  • Producción de la enzima renina, que regula la presión arterial y la reabsorción de sodio.

  • Metabolismo de la vitamina D hasta su forma activa (1,25-dihidroxicolecalciferol).

  • Regulación del equilibrio ácido-base (consulte el video sobre el equilibrio ácido-base).

  • Excreción de fármacos y compuestos tóxicos.

Diagnóstico de trastornos de las vías urinarias en animales

Muchas anomalías de las vías urinarias pueden diagnosticarse a partir de la semiótica, la anamnesis, el examen físico, el perfil bioquímico sérico, el análisis de orina y el cultivo bacteriano aeróbico de la orina.

La anamnesis del paciente debe incluir información sobre cambios en el consumo de agua, la frecuencia de la micción, el volumen de orina producido, la apariencia de la orina y el comportamiento. También es importante obtener información acerca de la administración previa y actual de fármacos, apetito, dieta, cambios en el peso corporal y enfermedades o lesiones previas.

Para detectar trastornos del aparato urinario, el veterinario debe realizar un examen físico completo, que incluya la palpación de la vejiga y la inspección de los genitales externos. En perros, se recomienda un examen rectal para evaluar la uretra en ambos sexos y la próstata en los machos. En gatos, el examen rectal puede no ser factible debido a su pequeño tamaño; sin embargo, los riñones suelen ser más fáciles de palpar en gatos que en perros. Se debe realizar un examen neurológico completo en todos los pacientes con trastornos de la micción.

Las pruebas diagnósticas adicionales que pueden proporcionar información valiosa incluyen el hemograma (CBC), el análisis de gases sanguíneos para evaluar el estado ácido-base, la medición de la presión arterial, la relación proteína-creatinina en orina, la prueba de dimetilarginina simétrica (SDMA), la radiografía abdominal de evaluación, la ecografía abdominal, los estudios con medio de contraste de las vías urinarias superiores e inferiores, la cistoscopía para examinar la vejiga urinaria y la biopsia renal.

Análisis de orina

Una de las pruebas diagnósticas más importantes para la evaluación de los trastornos de las vías urinarias es el análisis de orina (consulte también Aspecto de la orina).

La orina puede obtenerse mediante cuatro métodos: micción espontánea, compresión manual de la vejiga urinaria, cateterización y cistocentesis. Cada método tiene sus ventajas y desventajas (consulte la tabla Ventajas y desventajas de los métodos de obtención de orina).

Tabla
Tabla

Los resultados del análisis de orina deben incluir el método de obtención de la muestra, la densidad de la orina, su color, turbidez, pH, glucosa, cetonas, bilirrubina, la prueba de sangre oculta, proteínas y leucocitos (siendo las pruebas de tira reactiva para leucocitos poco confiables en gatos). Al realizar un análisis de orina, deben considerarse los siguientes factores importantes:

Perlas y trampas

  • Las pruebas de tira reactiva para leucocitos en orina no son confiables en gatos.

  • La densidad específica de la orina debe obtenerse usando un refractómetro.

  • El examen microscópico del sedimento urinario debe incluir la cuantificación de glóbulos rojos (RBC), glóbulos blancos (WBC), células epiteliales, cilindros renales, bacterias, levaduras, huevos de parásitos, grasa, esperma y cristales.

  • Un retraso en el análisis de la orina puede favorecer la aparición de artefactos (p. ej., cambios en el pH de la orina, formación de cristales, etc.), de ahí que sea tan importante anotar la hora de recogida de la muestra y la hora en que se analizó.

  • Si una muestra no se va a analizar inmediatamente, debe refrigerarse.

La proteína en la orina debe evaluarse en relación con la densidad de la orina. La presencia de proteína en una muestra de orina concentrada podría no ser significativa, pero la misma cantidad en una muestra diluida podría indicar un problema.

Las tiras reactivas de orina proporcionan una evaluación semicuantitativa de la proteína y pueden verse afectadas por el pH de la orina. Por lo tanto, deben usarse únicamente como pruebas de detección de proteínas, y no como diagnóstico definitivo de proteinuria (para una revisión de los conceptos de pH, consulte el video sobre pH fisiológico y tampones).

Se requiere una relación proteína-creatinina en orina obtenida de una muestra única de orina o de una muestra agrupada de 24 horas para cuantificar la cantidad de proteína presente en la orina. Consulte la tabla Evaluación de la proteinuria según la relación proteína-creatinina en la orina.

Tabla
Tabla

El cociente proteína/creatinina en la orina debe interpretarse en el contexto del resto de resultados del análisis de orina. La inflamación y la hematuria pueden incrementar falsamente el cociente proteína/creatinina en la orina, aunque la hematuria tiene efectos mínimos.

Cultivo bacteriano de orina:

El análisis de orina no es un método fiable para descartar una infección de las vías urinarias (ITU). No todas las ITU están asociadas con una respuesta inflamatoria. Además, para detectar bacterias en una muestra de orina mediante microscopia óptica, se requieren recuentos bacterianos de más de 10 000 bacilos/ml y más de 100 000 cocos/ml. Aproximadamente el 25 %-30 % de los perros con ITU presentan recuentos bacterianos inferiores a estos umbrales en el momento de la recolección de la muestra, por lo que el cultivo de orina es esencial para descartar una ITU.

Las muestras de orina para cultivo bacteriano pueden obtenerse mediante los mismos métodos utilizados para el análisis de orina; sin embargo, el método preferido es la cistocentesis. La orina obtenida por cistocentesis debe ser estéril. Si las muestras de orina se recogen mediante métodos diferentes a la cistocentesis, debe solicitarse un cultivo urinario cuantitativo. El método de obtención de la muestra de orina es crucial para la interpretación de los datos:

  • Si la muestra se obtiene por micción espontánea o compresión manual, un recuento de colonias bacterianas ≥100 000 UFC/ml en perros o ≥10 000 UFC/ml en gatos indica la presencia de bacteriuria clínicamente relevante, consistente con una ITU. Un recuento de 10 000-90 000 UFC/ml en perros y 1000-10 000 UFC/ml en gatos sugiere una posible ITU.

  • Si la muestra se obtiene por cateterización, un recuento de colonias ≥10 000 UFC/ml en perros y ≥1000 UFC/ml en gatos indica bacteriuria clínicamente relevante, compatible con una ITU. Un recuento de 1000-10 000 UFC/ml en perros y 100-1000 UFC/ml en gatos sugiere una posible ITU.

Perfil bioquímico sérico

El análisis bioquímico sérico, que incluye la medición de las concentraciones de BUN (nitrógeno ureico en sangre), creatinina, calcio, fósforo, bicarbonato y electrolitos séricos, es una herramienta útil para diagnosticar muchos trastornos de las vías urinarias y puede proporcionar una estimación general de la tasa de filtración glomerular (TFG).

Aunque el aumento en las concentraciones de BUN y creatinina sugiere disfunción renal, estos valores también pueden estar influenciados por factores extrarrenales. Por ejemplo, la deshidratación puede provocar un aumento del BUN y de la creatinina sérica, sin que esto esté necesariamente asociado con insuficiencia renal. Además, la concentración de BUN puede verse afectada por la dieta y el sangrado gastrointestinal, por lo que se considera un indicador menos fiable de la TFG que la creatinina sérica. La concentración de creatinina sérica puede estar falsamente disminuida en pacientes con pérdida muscular grave y falsamente aumentada en aquellos con daño muscular grave.

Aunque el BUN y la creatinina sérica aumentan a medida que disminuye la TFG, esta relación no es lineal. En las primeras etapas de la enfermedad renal, grandes cambios en la TFG conducen solo a pequeños aumentos en el BUN y la creatinina sérica, mientras que en la enfermedad renal avanzada, pequeños cambios en la TFG pueden generar grandes aumentos en estas concentraciones.

La concentración de SDMA no se ve afectada por los mismos factores que la creatinina sérica y el BUN, y su medición permite detectar cambios en la TFG más temprano que las pruebas de creatinina sérica o BUN. La SDMA puede aumentar con tan solo un 25 % de pérdida de la función renal, mientras que la creatinina no se eleva hasta que se ha perdido aproximadamente el 75 % de la función renal. Por lo tanto, la SDMA es un indicador más sensible de la función renal que la creatinina.

Pruebas diagnósticas adicionales:

Los métodos más sensibles para detectar la disfunción renal incluyen las pruebas de aclaramiento plasmático (p. ej., aclaramiento de inulina), técnicas de radioisótopos, aclaramiento de creatinina endógena y aclaramiento de creatinina exógena. No obstante, estas pruebas son poco factibles en la práctica clínica diaria.

La prueba de depuración del iohexol fue en su momento una alternativa para detectar disfunción renal; sin embargo, ha sido en gran medida reemplazada por la prueba de SDMA. Esta prueba se realiza determinando la dosis adecuada de iohexol en función del peso corporal del paciente y administrándola por vía intravenosa. Luego, se recolectan muestras de sangre a las 2, 3 y 4 horas después de la administración para medir la depuración del iohexol, lo que permite evaluar la tasa de filtración glomerular.

Según la causa del trastorno de las vías urinarias, se puede obtener información adicional valiosa mediante imágenes radiográficas, ecográficas y cistoscópicas de la vejiga. A pesar de la presencia de enfermedad, no todas las partes del riñón se ven afectadas por igual. Por lo tanto, las biopsias renales pueden no detectar la enfermedad de manera significativa y rara vez son útiles para evaluar la disfunción renal, excepto en pacientes con proteinuria importante.

El análisis de gases sanguíneos o la concentración de bicarbonato sérico proporcionan información útil sobre el estado ácido-base, especialmente en pacientes con disfunción renal. La acidosis metabólica es un problema común en la enfermedad renal crónica y puede provocar catabolismo proteico.

La lipocalina asociada a la gelatinasa de neutrófilos (NGAL) urinaria y la cistatina C (CysC) han mostrado potencial como biomarcadores para la detección temprana de lesión renal en perros y gatos (1, 2, 3, 4, 5).

Principios del tratamiento en la enfermedad urinaria en animales

Las enfermedades del aparato urinario pueden originarse a partir de diversos procesos patológicos, y el tratamiento adecuado depende de la ubicación, gravedad y causa del problema. Para una discusión detallada, consulte lo siguiente:

Consulte también Farmacoterapéutica sistémica del aparato urinario.

Si la afección de las vías urinarias no pone en peligro la vida del paciente, se deben recolectar muestras diagnósticas adecuadas antes de iniciar el tratamiento. Algunas pruebas diagnósticas pueden causar daño significativo, y ciertos tratamientos pueden dificultar el diagnóstico de afecciones específicas. Si no se puede determinar la causa exacta, se deben implementar cuidados de apoyo inespecíficos, que incluyan monitoreo del paciente, administración de líquidos, tratamiento de la acidosis y manejo nutricional con una dieta terapéutica adecuada.

Para más información

  • International Renal Interest Society: IRIS Guidelines

  • Chew DJ, DiBartola SP, Schenck PA. Canine and Feline Nephrology and Urology. 2nd ed. Elsevier/Saunders; 2011.

  • Bartges J, Polzin DJ. Nephrology and Urology of Small Animals. John Wiley & Sons; 2011.

Referencias

  1. Paes-Leme FO, Souza EM, Paes PRO, et al. Cystatin C and IRIS: advances in the evaluation of kidney function in critically ill dog. Front Vet Sci. 2021;8:721845. doi:10.3389/fvets.2021.721845

  2. Miyagawa Y, Akabane R, Ogawa M, Nagakawa M, Miyakawa H, Takemura N. Serum cystatin C concentration can be used to evaluate glomerular filtration rate in small dogs. J Vet Med Sci. 2021;82(12):1828-1834. doi:10.1292/jvms.20-0201

  3. Ghys LF, Paepe D, Duchateau L, et al. Biological validation of feline serum cystatin C: the effect of breed, age and sex and establishment of a reference interval. Vet J. 2015;204(2):168-173. doi:10.1016/j.tvjl.2015.02.018

  4. Wu PH, Hsu WL, Tsai PJ, Wu VC, Tsai HJ, Lee YJ. Identification of urine neutrophil gelatinase-associated lipocalin molecular forms and their association with different urinary diseases in cats. BMC Vet Res. 2019;15(1):306. doi:10.1186/s12917-019-2048-9

  5. Monari E, Troìa R, Magna L, et al. Urine neutrophil gelatinase-associated lipocalin to diagnose and characterize acute kidney injury in dogs. J Vet Intern Med. 2020;34(1):176-185. doi:10.1111/jvim.15645