Cuando se pone un huevo, la vagina se everte hacia la cloaca para expulsarlo. Si ha habido una lesión en la vagina, como la producida por un huevo de gran tamaño o de doble yema, o si la hembra está gorda, puede que no se retraiga inmediatamente, dejándola expuesta durante un periodo de tiempo corto. Esto puede resultar en canibalismo (ver fotografías de sangre abdominal y depósito de grasa).
Cuando el órgano saliente lo picotean otras aves, el oviducto completo y partes del tracto intestinal adyacente pueden salir de la cavidad abdominal ("picoteo"). El sangrado de la cloaca se observa como resultado del picoteo.
Gallina canibalizada, con sangre coagulada en el abdomen.
Cortesía del Dr. Rodrigo Espinosa.
Gallina canibalizada, con almohadilla de grasa abdominal gruesa.
Cortesía del Dr. Rodrigo Espinosa.
Gallina prolapsada escondida en el nido.
Cortesía del Dr. Rodrigo Espinosa.
Gallina prolapsada con cloaca inflamada.
Cortesía del Dr. Rodrigo Espinosa.
Alternativamente, la vagina se hincha, no puede retraerse, y permanece prolapsada (henchida).
La gallina muere por pérdida de sangre o choque (ver fotografías de gallina en el nido y cloaca hinchada).
El prolapso del oviducto se ha asociado con lo siguiente:
Fotoestimulación excesiva o prematura.
Mala uniformidad del peso corporal.
Puesta temprana (tamaño corporal inadecuado).
Huevos grandes.
Huevos de doble yema.
Obesidad.
El canibalismo puede prevenirse mediante el recorte del pico, controlando la intensidad de la luz, manteniendo densidades adecuadas y evitando deficiencias nutricionales.