Cortesía del Dr. Domenico Otranto.
El nematodo ocular Thelazia callipaeda se distribuye en Europa y en muchos países de Asia, mientras que T. californiensis se encuentra en el oeste de EE. UU. Ambas especies se localizan en la superficie de los ojos de los hospedadores definitivos (para T. callipaeda: perros, zorros, gatos, lobos, martas, tejones, lagomorfos y humanos; para T. californiensis: perros, gatos y ciervos) y pueden infestar a los humanos. Phortica variegata, el vector de T. callipaeda, es una mosca drosófila que se alimenta de las secreciones lagrimales y que muestra un comportamiento zoófilo. La infección se transmite cuando los dípteros machos que albergan L3 se alimentan del ojo de un hospedador adecuado. Los nematodos adultos pueden causar signos clínicos variables, desde inflamación leve, lagrimeo y sensación de cuerpo extraño, hasta edema, ulceración corneal, conjuntivitis e incluso ceguera en infestaciones graves. Las estrategias de control se centran en tratamientos antihelmínticos tópicos o sistémicos, mientras que el uso de repelentes es ineficaz frente a los vectores.
T. californiensis se encuentra en perros, gatos y ciervos en el oeste de EE. UU.; T. callipaeda se encuentra en perros, gatos, zorros, lobos, martas y conejos en Europa y Asia. Ambas especies son zoonóticas. T. callipaeda parece estar extendiéndose por toda Europa (a excepción del Reino Unido, donde solo se han registrado casos importados). Los nematodos son blanquecinos, con una longitud de 7-19 mm, y se desplazan con rápidos movimientos serpentinos a través del ojo. Pueden observarse hasta 100 nematodos oculares en el saco conjuntival y conductos lagrimales, y en la conjuntiva debajo de la membrana nictitante y de los párpados. Fannia spp. sirven como hospedadores intermediarios de T. californiensis y depositan las larvas infestantes en el ojo mientras se alimentan de las secreciones oculares. Las moscas zoófilas de la fruta son los hospedadores intermediarios de T. callipaeda. Estas incluyen P. variegata en Europa y P. okadai en Asia.
Los signos clínicos de la thelaziosis incluyen lagrimeo excesivo y epífora, prurito ocular, conjuntivitis, queratitis con opacificación y ulceración corneal, hiperemia y, en raras ocasiones, ceguera. Tras la anestesia local, es fácil establecer el diagnóstico y el tratamiento al observar y eliminar los parásitos con pinzas. Las infestaciones por Thelazia spp. se han eliminado con éxito de los perros con ivermectina SC a 0,2 mg/kg, con milbemicina oxima por vía oral a una dosis mínima de 0,5 mg/kg (se mejoró la eficacia con dos tratamientos con 1 semana de intervalo) o con un tratamiento puntual con moxidectina al 2,5 %. La administración de soluciones oculares (moxidectina al 1 % o levamisol al 2 %) o ungüentos (levamisol al 1 % o morantel al 4 %) también puede ser eficaz, aunque puede causar irritación. La infestación por T. callipaeda se previene durante toda la temporada en perros con moxidectina de liberación prolongada (0,17 mg/kg, SC), con milbemicina oxima (por vía oral a la dosis recomendada para la prevención de la dirofilariosis) y con ivermectina (0,2 mg/kg, por vía oral). La milbemicina oxima a la dosis oral mínima de 2 mg/kg ha mostrado una alta eficacia terapéutica en gatos infestados por T. callipaeda.