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Manejo general de ovejas

PorSigne G. Balch, DVM, DPhil, Cherry Valley Veterinary Services, Larkspur, CO
Revisado/Modificado Modificado oct 2022
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Tanto en los sistemas de manejo extensivo como en los intensivos, se debe proporcionar a las ovejas un refugio limpio y sin hacinamiento que las proteja de condiciones climáticas extremas. Debe haber una ventilación adecuada para evitar el sobrecalentamiento en climas cálidos y la acumulación de amoníaco en estructuras selladas herméticamente contra el frío. La cama debe estar limpia y seca, y reemplazarse cuando esté sucia. Los refugios y los suelos de los corrales deben mantenerse lo más secos posible para minimizar el riesgo de enfermedades en las patas.

Si es posible, se deben establecer áreas separadas del refugio principal del rebaño para los animales enfermos o en cuarentena. Del mismo modo, se debe contar con un espacio que limite al máximo el contacto con otras ovejas y que pueda limpiarse fácilmente y con frecuencia, destinado al parto y al aislamiento temporal en corrales individuales cuando sea necesario. Los sistemas de gestión del confinamiento también deben permitir un espacio adecuado para el movimiento y el descanso. Los sistemas de pastoreo deben mantener una densidad de animales inferior a la capacidad de carga del terreno para evitar el sobrepastoreo y la degradación ambiental.

Cuando se usan cercas, se deben mantener en buenas condiciones para minimizar la pérdida de animales y el posible atrapamiento. Se deben tomar medidas para proteger a los animales de los depredadores, especialmente durante la época de partos y en grandes rebaños de pastoreo. En zonas urbanas y semiurbanas, el mayor riesgo de depredadores suele provenir de perros vecinos.

En los sistemas de confinamiento, los comederos, diseñados para imitar el comportamiento natural de pastoreo (con la cabeza hacia abajo), favorecen un mejor consumo de alimento. A las ovejas les gusta agruparse y tienden a amontonarse en los comederos. Sin embargo, debe haber suficiente espacio en los comederos (20-50 cm por animal) para permitir un acceso fácil a todos los animales. En los sistemas de confinamiento, alimentar a los animales directamente desde el suelo incrementa el riesgo de enfermedades y debe evitarse.

Se debe inspeccionar a los animales con frecuencia para controlar los signos clínicos obvios de enfermedad o lesión, así como para evaluar la condición corporal y la salud de las pezuñas. Cualquier oveja que se aísle o muestre signos clínicos de pérdida de peso, cojera, lesión o comportamiento atípico debe ser retirada del rebaño para su posterior evaluación y tratamiento.

La prevención de la enfermedad es mucho menos costosa que la curación, por lo que las medidas preventivas de salud, como la vacunación y el recorte de las pezuñas, se deben fomentar y practicar de forma rutinaria. Los productores han de desarrollar un plan sanitario de la explotación que aborde la nutrición, el control de los parásitos, los criterios de selección, la prevención de enfermedades, el diagnóstico y el tratamiento. Las prácticas de manejo, como la realización de exploraciones físicas y la cuarentena de animales enfermos, para minimizar la introducción de enfermedades infecciosas, deben seguirse tanto en los sistemas extensivos como en los intensivos.

Aunque la prevención de enfermedades ha de ser el objetivo de cualquier productor, también debe fomentarse el diagnóstico de la enfermedad. Cuando sea posible, se ha de investigar la muerte de cualquier oveja en una explotación, incluso mediante técnicas tan simples como la necropsia macroscópica de campo. Además del diagnóstico de la enfermedad, las muestras de tejido recogidas post mortem pueden proporcionar información adicional sobre la salud del rebaño, como el análisis mineral in vivo.

Las grandes explotaciones y los productores en países con abundantes recursos a menudo tienen acceso a programas de manejo extensivos, impulsados por la tecnología, y a una amplia atención veterinaria privada. Sin embargo, con diligencia, el manejo de la explotación se puede lograr con herramientas tan simples como lápiz y papel. En explotaciones más pequeñas o explotaciones en comunidades socioeconómicas con menos recursos, el valor de un animal individual puede ser mucho mayor para el productor que el que tendría un solo animal en una explotación de miles. Los productores pueden trabajar con agencias locales o nacionales para obtener información sobre la salud y el manejo de la explotación, especialmente si la atención veterinaria privada no es factible. La mejora del lote, especialmente en las economías más pobres, puede ser limitada; sin embargo, algunos pequeños cambios de manejo, basados en principios sólidos, pueden mejorar la salud del lote en cualquier situación.