La sordera en gatos puede ser congénita (presente en el nacimiento) o adquirida como resultado de infección, traumatismo, toxinas (incluidos ciertos fármacos) o degeneración del oído.
La sordera congénita puede ser hereditaria o proceder de un daño tóxico o vírico sufrido por el gatito en desarrollo, antes del nacimiento. Un determinado gen de los gatos provoca pelo blanco, ojos azules y sordera; sin embargo, no todos los gatos blancos de ojos azules son sordos. En este caso, la sordera se debe a cambios degenerativos que se producen en la primera semana de vida.
El diagnóstico de la sordera congénita requiere una cuidadosa observación de la respuesta del gato al sonido. En gatitos jóvenes o en gatos mantenidos en grupo, la sordera puede ser difícil de detectar, ya que el individuo sospechoso seguirá la respuesta de los demás en el grupo. Si se observa al gato como individuo después de una edad en la que las respuestas al sonido son predecibles (alrededor de 3-4 semanas), entonces se puede detectar la sordera. Los gatos sordos de un oído son especialmente difíciles de diagnosticar sin pruebas especializadas.
La sordera adquirida puede ser el resultado de la obstrucción del conducto auditivo externo. Esto se produce debido a la inflamación crónica del conducto auditivo externo (otitis externa), infecciones del oído medio o interno, exceso de cerumen o lesiones en los pequeños huesos dentro del oído. A veces, los pólipos inflamatorios pueden causar sordera en gatos. La sordera en un oído o la pérdida parcial de la audición, o ambas, es posible en algunos de estos casos. La eliminación de la obstrucción o la curación del tejido dañado suele restaurar la audición.
Otras causas de sordera adquirida dan lugar a la pérdida de las células nerviosas necesarias para la audición. Estos tipos de sordera son permanentes. Las causas incluyen traumatismo del oído interno, infecciones en el oído medio o interno, ruidos fuertes, afecciones en las que hay pérdida o destrucción de mielina (material graso que rodea algunas células nerviosas), fármacos tóxicos para el oído (p. ej., ciertos antibióticos o aspirina), anestesia, edad avanzada y tumores que afectan el oído o el tronco encefálico.
Los gatos con sordera causada por una infección bacteriana pueden recuperar la audición después del tratamiento antibiótico. La recuperación de otras causas varía según la enfermedad en particular. No hay un tratamiento eficaz para la sordera congénita. Muchos gatos con sordera parcial o completa se adaptan muy bien a su afección. Sin embargo, los gatos sordos no deben salir al exterior, excepto con una correa.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la sordera.