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Introducción a las glándulas suprarrenales en animales

PorLaura Van Vertloo, DVM, MS, DACVIM, Iowa State University, College of Veterinary Medicine
Revisado/Modificado Modificado jul 2024
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Las glándulas suprarrenales son órganos endocrinos pares situados en el espacio retroperitoneal. La glándula suprarrenal izquierda es la mayor de las dos y está situada cerca del borde craneomedial del riñón izquierdo; la glándula suprarrenal derecha está adyacente al hilio del riñón derecho.

Cada glándula consta de dos partes distintas (la corteza externa y la médula interna) que difieren en morfología, función y origen. El exceso o la deficiencia de hormonas suprarrenales pueden causar enfermedades.

Corteza suprarrenal en animales

La corteza suprarrenal se compone de tres zonas:

  • La zona más externa (zona glomerular) sintetiza y secreta mineralocorticoides.

  • La zona media (zona fasciculada) produce glucocorticoides.

  • La zona interna (zona reticular) segrega esteroides sexuales.

Mineralocorticoides

Los mineralocorticoides, constituidos principalmente por aldosterona, mantienen el equilibrio hídrico y electrolítico.

La secreción de aldosterona aumenta en respuesta a la hipovolemia y la hipotensión a través del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA), en el que la angiotensina II estimula la síntesis y secreción de aldosterona por la corteza suprarrenal. La hiperpotasemia también tiene un efecto estimulador directo sobre la producción de aldosterona, y la hiponatremia también favorece la liberación de aldosterona.

La aldosterona tiene varios efectos en el cuerpo:

  • Actúa sobre las células principales del túbulo renal para aumentar la reabsorción de sodio y cloruro, y la excreción de potasio.

  • Ejerce sus efectos de excreción de potasio y conservación de sodio en las glándulas salivales, las glándulas sudoríparas y el colon, con un efecto neto de retención de sodio y pérdida de potasio.

  • Afecta al estado ácido-base a través de su acción sobre las células intercaladas del túbulo renal para favorecer el intercambio de iones hidrógeno por sodio.

Glucocorticoides

Los glucocorticoides se sintetizan y secretan bajo la regulación del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA). La hormona liberadora de corticotropina (CRH) se libera en el hipotálamo. La liberación de CRH estimula la liberación de ACTH de la adenohipófisis (es decir, la glándula pituitaria anterior) La ACTH estimula la síntesis y liberación de glucocorticoides de la zona fasciculada. Los glucocorticoides inhiben la liberación de CRH y ACTH a través de una retroalimentación negativa en el hipotálamo y la hipófisis, lo que da lugar a un equilibrio.

Los efectos de los glucocorticoides (cortisol y corticosterona) son de gran alcance en el cuerpo.

  • Se trata de esteroides catabólicos que antagonizan las acciones de la insulina aumentando la gluconeogénesis, movilizando ácidos grasos, estimulando el catabolismo muscular e impidiendo la captación de glucosa por el músculo y la grasa.

  • Estimulan el apetito.

  • Son esenciales para mantener la presión arterial y el tono vascular normales, además de la función de barrera y la motilidad gastrointestinal.

  • Suprimen la inflamación, disminuyen la cicatrización de heridas y tienen un efecto inhibidor general sobre el sistema inmunitario.

Esteroides sexuales

La progesterona, los estrógenos y los andrógenos son hormonas sexuales suprarrenales.

La secreción excesiva de estas hormonas esteroideas puede asociarse a tumores corticosuprarrenales, cuyos signos clínicos dependen de qué esteroides se secreten en exceso. Tanto en el hiperadrenocorticismo dependiente de la hipófisis como en el dependiente de las glándulas suprarrenales, aumenta la secreción de esteroides sexuales suprarrenales; este aumento es de importancia clínica desconocida.

Un síndrome denominado hiperadrenocorticismooculto (o atípico) se ha descrito en asociación con una producción excesiva de esteroides sexuales suprarrenales. Los perros con este síndrome presentan signos clínicos que sugieren un síndrome de Cushing, pero muestran concentraciones de cortisol normales o bajas tras pruebas de estimulación. Estos perros tienen concentraciones elevadas de uno de varios esteroides suprarrenales; sin embargo, no está claro si las concentraciones elevadas de hormonas sexuales son la causa de los signos clínicos.

Médula suprarrenal en animales

La médula suprarrenal, la parte central de la glándula suprarrenal, está compuesta por células cromafines, que forman parte del sistema nervioso simpático. Las células cromafines son estimuladas por las neuronas simpáticas preganglionares y segregan catecolaminas.

A excepción de los feocromocitomas, que son tumores suprarrenales asociados a un exceso de catecolaminas, los signos clínicos de enfermedad medular suprarrenal aislada son muy raros. Incluso en animales con hipoadrenocorticismo primario, la función medular suprarrenal parece ser normal, probablemente debido a la secreción extramedular de catecolaminas.

Las feocromocitomas se dan en animales domésticos, como el ganado vacuno, los perros y los gatos. Suelen afectar a animales de edad avanzada. Los signos clínicos de las feocromocitomas se deben a una secreción excesiva de catecolaminas o a una invasión vascular local.

La TC abdominal es la modalidad de imagen preferida para los feocromocitomas porque es la mejor modalidad para detectar la invasión vascular. Los feocromocitomas y otros tumores medulares suprarrenales son raros y a menudo se detectan como masas suprarrenales de forma accidental durante la obtención de imágenes abdominales por una razón no relacionada o en la necropsia.

Otros tumores suprarrenales, como los neuroblastomas y los ganglioneuromas, pueden surgir en las células cromafines.

Para más información

  • Boron WF, Boulpaep EL. Medical Physiology: A Cellular and Molecular Approach. Updated 2nd ed. Saunders/Elsevier; 2012.

  • Ritter J, Flower RJ, Henderson G, et al. Rang and Dale’s Pharmacology. 10th ed. Elsevier; 2024.

  • Behrend EN. Canine hyperadrenocorticism. In Feldman EC, Nelson RW, Reusch C, Scott-Moncrieff, JCR. Canine & Feline Endocrinology. 4th ed. Elsevier Saunders; 2015:377-451.

  • Consulte también el contenido sobre la salud de las mascotas en relación con los trastornos de las glándulas suprarrenales en perros y gatos.