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Fármacos utilizados para tratar trastornos renales y de las vías urinarias

PorDawn Merton Boothe, DVM, PhD, Department of Anatomy, Physiology, and Pharmacology, College of Veterinary Medicine, Auburn University
Revisado/Modificado Modificado jul 2011
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Los fármacos utilizados para tratar trastornos urinarios incluyen antibióticos y antifúngicos para infecciones, diuréticos para la insuficiencia renal y una variedad de otros fármacos para otros trastornos.

Antibióticos

Los antibióticos son la base del tratamiento de las infecciones de las vías urinarias. El tratamiento antibiótico consiste en determinar el tipo de bacteria presente y elegir el fármaco apropiado. Hay muchos tipos de antibióticos; su veterinario le recetará uno que se excreta en forma activa en la orina y que se sabe que es eficaz frente a las bacterias particulares presentes.

Muchos animales con infecciones recurrentes de las vías urinarias se tratan con ciclos repetidos de antibióticos. Sin embargo, si no se encuentra la causa subyacente de la infección, los ciclos repetidos de antibióticos pueden hacer más daño que bien. El tratamiento inadecuado, con el antibiótico equivocado, puede generar resistencia en las bacterias ( ver Pautas para el uso de antibióticos). Las infecciones crónicas del tracto urinario causadas por bacterias altamente resistentes son muy difíciles de tratar.

Si los episodios se producen más de una o dos veces al año y las causas de las infecciones de las vías urinarias no se pueden encontrar o corregir, puede ser necesario un tratamiento a largo plazo con dosis bajas de antibióticos orales para prevenir nuevos episodios.

Fármacos antifúngicos

Aunque poco frecuentes, las infecciones fúngicas de las vías urinarias se producen en perros y gatos. El tratamiento consiste en la eliminación de los factores predisponentes (exceso de corticoesteroides, sondas urinarias) y la administración de antifúngicos, con o sin alcalinización urinaria ( ver Control del pH de la orina).

Control del pH de la orina

El pH es la medida de lo ácida o alcalina (básica) que es una sustancia. La orina con un pH anormalmente alto o bajo puede contribuir a la formación de ciertos tipos de cálculos renales o vesicales. En los perros, el pH de la orina debe estar entre 7 y 7,5. En los gatos, debe estar entre 6,3 y 6,6. El citrato de potasio se puede utilizar para elevar el pH, haciéndolo más alcalino (básico). El cloruro de amonio o DL-metionina puede usarse para disminuir el pH, haciéndolo más ácido.

Agentes que se unen a la cistina

La cistinuria, con la formación de cálculos renales de cistina, se debe a un trastorno hereditario. Los cálculos renales de cistina se disuelven con cambios en la dieta, la alcalinización o neutralización urinaria y el uso de agentes fijadores de cistina. Una vez que los cálculos se han disuelto, los cambios en la dieta pueden ayudar a evitar que vuelvan a aparecer.

Diuréticos

Los diuréticos se usan para eliminar el exceso de agua de los animales con hinchazón o exceso de volumen, como el que se produce con la insuficiencia renal. Existen varias clases de diuréticos, agrupados según su mecanismo de acción en el organismo.