Se debe concienciar a los propietarios de mascotas que mantengan a las chinchillas en grupos de un único sexo para proporcionar compañía, pero evitando la producción de un gran número de crías. Las chinchillas machos deben agruparse antes del destete o castrarse para evitar peleas. Durante la reproducción, las posibles parejas deben introducirse antes de que la hembra entre en celo, ya que es en ese momento cuando se muestra receptiva al apareamiento, lo que ayuda a reducir las peleas y aumentar la compatibilidad. Los machos necesitan una caja como refugio, para escapar de las posibles hembras agresivas que no estén en celo. Las agresiones repetidas pueden enseñar al macho a evitar a las hembras, lo que lo convierte en un reproductor insatisfactorio.
La gestación dura unos 111 días. Las hembras gestantes se deben manipular con cuidado. A medida que la chinchilla hembra se acerca al momento del parto, puede volverse menos activa, perder el apetito y volverse agresiva con los compañeros de jaula que antes eran compatibles. Las chinchillas no suelen construir nidos cuando se acerca el momento del parto, pero una caja nido puede ayudar a reducir el número de muertes de recién nacidos, causadas por las corrientes de aire o el estrés por frío. Las chinchillas recién nacidas se llaman crías y nacen con pelaje, ojos bien abiertos y capacidad de caminar una hora después de nacer. Las crías con temperaturas corporales muy bajas se deben calentar rápidamente para evitar su muerte. Las chinchillas suelen tener entre 1 y 3 camadas por año, generalmente con 2 (pero hasta 4) crías por camada. El destete se produce entre las 6 y 8 semanas de edad.