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Neumonía bacteriana en el ganado vacuno con el complejo de enfermedad respiratoria bovina

PorDavid Renaud, BSc, DVM, PhD, Department of Population Medicine, Ontario Veterinary College;
Angel Abuelo, DVM, PhD, DABVP, DECBHM, FHEA, MRCVS, Michigan State University, College of Veterinary Medicine
Revisado/Modificado Modificado oct 2024
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Patógenos bacterianos asociados con el complejo de enfermedad respiratoria bovina

Etiología

Mannheimia haemolytica serotipo 1 es la bacteria patógena más frecuentemente aislada de los pulmones de ganado vacuno de cebadero recientemente destetado con enfermedad respiratoria bovina (ERB) y de terneros lecheros, y terneros de carne con neumonía enzoótica. En condiciones normales, M. haemolytica está limitada a las vías respiratorias superiores, en particular a las criptas tonsilares, y su cultivo es difícil a partir del ganado sano. Tras el estrés o una infección vírica, la tasa de replicación de M. haemolytica en las vías respiratorias superiores aumenta rápidamente, como lo hace la probabilidad de cultivar la bacteria.

El aumento de la tasa de crecimiento bacteriano en las vías respiratorias superiores seguido de la inhalación y colonización de los pulmones puede deberse a la supresión de los mecanismos de defensa del hospedador contra los factores de estrés ambientales o las infecciones víricas. Durante la fase de crecimiento logarítmico del microorganismo en los pulmones, M. haemolytica elabora factores de virulencia como la leucotoxina. La interacción entre los factores de virulencia de la bacteria y las defensas del hospedador produce lesión tisular con necrosis, trombosis y exudación características, que culmina con neumonía.

Aunque se cultiva con menos frecuencia que M. haemolytica, Pasteurella multocida también es una causa importante de neumonía bacteriana en el ganado de engorde que padece BRD.

La patogenia de la neumonía producida por P. multocida se conoce escasamente. Este microorganismo también es un habitante normal de la nasofaringe y puede colonizar de manera oportunista los pulmones con daño crónico de las defensas a nivel respiratorio (como sucede en la neumonía enzoótica de los terneros o en el ganado de engorde con lesiones pulmonares preexistentes en el ganado de engorde) y causar una bronconeumonía purulenta.

Histophilus somni también se reconoce como patógeno importante en la neumonía enzoótica y en algunos casos de ERB. Puede también causa brotes epidémicos de miocarditis y pleuritis. H. somni también puede invadir el pulmón y causar neumonía después de una afección de las defensas de las vías respiratorias. Este microorganismo es capaz de transmitirse a nivel sistémico desde los pulmones hacia el cerebro, el miocardio, el líquido sinovial y las superficies pleurales y pericárdicas; a menudo, la muerte puede producirse más tarde en el período de cebo (40-60 días después de la llegada) debido a la participación de estos órganos adicionales.

Bibersteinia trehalosi puede estar presente en el tracto respiratorio del ganado doméstico y puede ser un patógeno oportunista responsable de casos agudos de ERB. A menudo, esta bacteria provoca brotes esporádicos en los que, a pesar de un tratamiento antimicrobiano intensivo, predomina la muerte súbita o una elevada tasa de mortalidad.

Mycoplasma bovis es una causa importante de neumonía crónica y artritis en el ganado de engorde. Aunque a menudo se considera patógeno secundario, también puede ser la causa principal de enfermedad. Es capaz de colonizar el tracto respiratorio superior sin afectar a los animales jóvenes; sin embargo, cuando el ganado sufre estrés por el destete, el transporte y el traslado a los cebaderos, M. bovis puede pasar al tracto respiratorio inferior. A menudo, esta colonización, combinada con infecciones concomitantes con otros patógenos bacterianos y víricos, conduce a la aparición de la ERB.

Cuando se produce un absceso pulmonar, por lo general en asociación con neumonía crónica, Mycoplasma bovis se aísla con frecuencia. Trueperella pyogenes también puede estar presente en asociación con un absceso pulmonar.

Hallazgos clínicos

Los signos clínicos de la neumonía bacteriana suelen ir precedidos de signos de una infección vírica del tracto respiratorio. Con la aparición de la neumonía bacteriana, los signos clínicos aumentan en gravedad y se caracterizan por apatía y toxemia. Una combinación de signos clínicos de apatía y fiebre (40-41 °C), sin ningún signo atribuible a otros sistemas corporales, son los componentes clásicos de los casos tempranos de ERB. Puede observarse secreción nasal de serosa a mucopurulenta; tos húmeda; y una frecuencia respiratoria rápida y superficial (consulte la imagen de BRD con imagen de signos clínicos). La auscultación de los campos craneoventrales muestra un aumento de los ruidos bronquiales, las crepitaciones y las sibilancias.

En los casos graves se puede producir pleuresía, que se caracteriza por un patrón de respiración irregular y gruñidos en la espiración. Si la neumonía se hace crónica, el estado general del animal se deteriora y se forman abscesos pulmonares.

Lesiones en la exploración post mortem

M. haemolytica causa una neumonía grave, aguda, fibrinonecrótica y hemorrágica. Macroscópicamente, hay zonas extensas craneoventrales de hepatización de color de negro rojizo a marrón grisáceo, con engrosamiento gelatinoso del tabique interlobulillar y pleuritis fibrinosa. Hay trombosis extensa, focos de necrosis del pulmón y evidencia limitada de bronquitis y bronquiolitis (consulte la imagen de bronconeumonía bacteriana).

P. multocida se asocia con una bronconeumonía fibrinosa o fibrinopurulenta más leve. Al contrario que M. haemolytica, P. multocida se asocia solamente con pequeñas cantidades de exudado de fibrina, algo de trombosis, necrosis pulmonar limitada y bronquitis y bronquiolitis supurativas.

La infección pulmonar por H. somni produce una bronconeumonía purulenta que puede cursar con septicemia e infección de múltiples órganos. H. somni se asocia con pleuritis fibrinosa extensa en terneros de cebadero.

M. bovis se asocia a bronconeumonía caseonecrótica multifocal. No es infrecuente que los terneros afectados presenten también otitis media y artritis o tenosinovitis.

Si la neumonía se hace crónica, pueden aparecer abscesos pulmonares. Los abscesos de desarrollan en aproximadamente 3 semanas, pero no se encapsulan hasta las 4 semanas. El cultivo de los abscesos revela a menudo la presencia de T. pyogenes.

Diagnóstico

  • Necropsia

  • Cultivo bacteriano

  • Prueba inmunohistoquímica

  • Ensayo de PCR

En el cebadero, el diagnóstico de bacterias patógenas específicas asociadas con la enfermedad respiratoria bovina a menudo se basa en los hallazgos macroscópicos de la necropsia y los resultados del cultivo bacteriano, la inmunohistoquímica o la prueba de PCR. Dado que las bacterias implicadas son microbiota normal de las vías respiratorias superiores, la especificidad de los cultivos se puede aumentar recogiendo muestras ante mortem de las vías respiratorias inferiores con un frotis nasofaríngeo profundo, lavado transtraqueal o lavado broncoalveolar.

Las muestras pulmonares pueden recogerse para cultivos en la necropsia. Si es posible, las muestras para cultivos deben recogerse de animales a los que no se les haya tratado con antibióticos para permitir la determinación de los patrones de sensibilidad antimicrobiana. Mediante PCR múltiple, se ha podido identificar varios agentes bacterianos implicados en la enfermedad respiratoria bovina, como M. haemolítica.

Tratamiento

  • Antimicrobianos de amplio espectro.

El reconocimiento precoz de la infección bacteriana seguido de un tratamiento rápido con antimicrobianos es esencial para el éxito del tratamiento de la ERB.

Se han realizado investigaciones sustanciales que evalúan el seguimiento automatizado del comportamiento, que utiliza la conducta de alimentación, el seguimiento de la actividad o el comportamiento espacial; estos datos pueden finalmente proporcionar ventajas en la selección de animales para un tratamiento precoz. Estos sistemas todavía no se emplean ampliamente en entornos comerciales.

Deben establecerse protocolos de tratamiento para que el productor tenga un enfoque estandarizado para identificar y tratar los casos. Los antimicrobianos de acción prolongada cuya ficha técnica indica que tratan la ERB se utilizan comúnmente como opciones de tratamiento de primera o segunda línea en terneros de engorde, e incluyen los siguientes:

  • Tulatromicina (en ganado vacuno no lactante: 2,5 mg/kg, SC en el cuello, una vez)

  • Gamitromicina (en ganado vacuno de carne y no lactante: 6 mg/kg, SC, una vez)

  • Tilmicosina (10-20 mg/kg, SC, en una dosis única no superior a 10 ml por sitio)

  • Florfenicol (20 mg/kg, IM en el cuello, repetido a las 48 horas; o 40 mg/kg, SC, como dosis única de no más de 10 ml por sitio, en ganado vacuno de carne y no lactante [cualquier dosis])

  • Enrofloxacina (2,5-5 mg/kg, SC, no más de 20 ml por sitio, cada 24 horas durante un máximo de 5 días; o 7,5-12,5 mg/kg, SC, como dosis única de no más de 20 ml por sitio)

Debido a que solo se suele necesitar una administración, estos antimicrobianos de acción prolongada permiten al productor del cebadero devolver los animales tratados directamente al lote de origen, en lugar de tener que mantener a los animales enfermos en un lote separado del hospital. Se ha demostrado que los AINE son un tratamiento auxiliar beneficioso para controlar la fiebre en los casos de ERB; sin embargo, no se dispone de datos sobre el efecto en la recaída y la mortalidad.

Si la selección del tratamiento es tardía y se ha producido un absceso pulmonar, es difícil lograr la resolución con antimicrobianos y se debe considerar el uso de un corral de convalecencia o el sacrificio del animal en estos casos.

Control

Los principios generales de control de patógenos bacterianos asociados con la ERB se comentan en Neumonía enzoótica de los terneros. La vacunación contra M. haemolytica es eficaz para prevenir la enfermedad y puede disminuir las tasas de morbilidad hasta en un 25 % en los terneros de engorde de alto riesgo que reciben 1 dosis de vacuna a su llegada; sin embargo, los ensayos no han arrojado resultados homogéneos en todas las categorías de riesgo del ganado de engorde Lo ideal es administrar las vacunas 3 semanas antes de transportar a los terneros al cebadero y repetirlas a la llegada. En terneros lecheros, la vacunación de la madre puede ser beneficiosa al proporcionar inmunidad pasiva al ternero.

Las vacunas frente a H. somni están disponibles y hay pruebas limitadas de que son parcialmente eficaces en el control de la ERB en terneros de cebo, incluso cuando solo se administra una dosis a la llegada. Todavía hay una falta notable de ensayos clínicos de campo que evalúen la eficacia de los componentes de las vacunas frente a H. somni y P. multocida. Se dispone de vacunas comerciales contra M. bovis , incluidas vacunas bacterianas muertas y vacunas bacterianas vivas modificadas más recientes. Sin embargo, con M. bovis, al igual que con H. somni y P. multocida, faltan ensayos clínicos de campo que demuestren su eficacia.

Procedimientos de gestión como el preacondicionamiento, que separa el estrés del destete de la llegada al cebadero y también incluye la prevacunación y el ajuste a la alimentación en comederos, pueden aportar claros beneficios para la prevención de las enfermedades respiratorias. Sin embargo, el preacondicionamiento es a menudo difícil de conseguir debido a la estructura económica de la industria de la carne de vacuno en muchas partes de América del Norte. Como resultado, la metafilaxis en terneros de alto riesgo al llegar al cebadero o en un momento próximo es una estrategia de control importante en muchos cebaderos con terneros de alto riesgo.

Conceptos clave

  • Mannheimia haemolytica, Pasteurella multocida, Histophilus somni y Mycoplasma bovis son las principales bacterias causantes de la enfermedad respiratoria bovina (ERB).

  • El frotis nasofaríngeo profundo de los casos iniciales que no se han tratado puede ayudar a diferenciar qué patógenos están implicados y a guiar los protocolos de tratamiento.

  • La selección rápida de los casos y el tratamiento con antimicrobianos de amplio espectro es la modalidad de tratamiento principal.

  • El preacondicionamiento, la minimización de las mezclas, la vacunación frente a patógenos bacterianos de la ERB y la metafilaxis para animales de alto riesgo son los principales métodos de control.

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