Insuficiencia cardiaca, insuficiencia cardiaca congestiva y el fallo cardiaco

Cualquier corazón con capacidad reducida para contraerse se considera un fallo cardiaco. Casi cualquier perro con una enfermedad cardiaca que provoque una dilatación de las cámaras o un aumento del grosor de las paredes tiene un corazón que falla, pero el organismo suele ser capaz de compensar de otras maneras estos cambios físicos. Como resultado, el perro no tiene signos y no presenta insuficiencia cardiaca o insuficiencia cardiaca congestiva.

La insuficiencia cardiaca y la insuficiencia cardiaca congestiva son síndromes médicos en los que un perro muestra signos relacionados con una compleja interacción entre un corazón que falla y los vasos sanguíneos.

En la insuficiencia cardiaca, el flujo sanguíneo es insuficiente para suministrar a los órganos suficiente sangre oxigenada para su correcto funcionamiento. Según el grado de gravedad, los signos de insuficiencia cardiaca pueden aparecer mientras el perro está en reposo, durante un esfuerzo leve o durante un ejercicio moderado o extremo.

En la insuficiencia cardiaca congestiva, la sangre se acumula en los órganos (por lo general en los pulmones, pero ocasionalmente en otros órganos importantes del organismo) y hace que los órganos congestionados funcionen de forma anormal, se hinchen de líquido o ambas cosas.