La ovulación apropiada en hembras y la eyaculación de espermatozoides fértiles y normales por parte de los machos están reguladas a través de una secuencia de acontecimientos en el cerebro, el sistema nervioso y los órganos sexuales. Para obtener unos resultados óptimos, la ovulación y la deposición del semen en el interior del tracto genital de la hembra deben estar estrechamente sincronizados. El fallo de cualquier paso en cualquiera de los dos sexos produce infertilidad o esterilidad. El resultado final de la infertilidad es la incapacidad de producir descendencia. En las hembras, la infertilidad puede deberse a la ausencia del ciclo estral, a una ovulación anormal, a la imposibilidad de concebir o a la muerte prenatal. Los principales problemas de infertilidad en los machos están causados por alteraciones en la producción, el transporte o el almacenamiento de los espermatozoides, pérdida de la libido y la incapacidad parcial o total de aparearse o de estimular la ovulación en la hembra. La mayoría de los problemas importantes de infertilidad son complejos; varios factores, por separado o combinados, pueden provocar fallos para producir descendencia.
Las enfermedades infecciosas son una causa menos probable de infertilidad. En los gatos, la toxoplasmosis, la infección por el virus de la leucemia felina, la peritonitis infecciosa felina y la rinotraqueítis vírica felina pueden causar infertilidad o la muerte del feto o del recién nacido. Dado que el ciclo del celo felino se controla por la luz, los gatos deben exponerse a cantidades adecuadas de luz antes de cruzarse. Los problemas anatómicos (como cicatrices dentro de las trompas de Falopio), los trastornos metabólicos (como una enfermedad grave), el calor excesivo o la temperatura corporal, los trastornos funcionales (como el cáncer, la inflamación o los quistes) y algunos fármacos también pueden causar infertilidad. Curiosamente, los gatos machos de capa carey o calicó son estériles (incapaces de engendrar gatitos) debido a una anomalía genética.
Su veterinario determinará si la infertilidad se debe a la hembra o al macho, basándose en la anamnesis, la exploración física y diversas pruebas diagnósticas, como la evaluación del semen, la ecografía o los análisis de laboratorio. En algunos casos, ambos animales pueden contribuir a la infertilidad. La infertilidad, rara vez, va acompañada de signos obvios de enfermedad o infección. La menor fertilidad puede ser hereditaria y su veterinario considerará este aspecto cuando se trate de problemas de fertilidad.
La infertilidad puede tratarse mediante la administración de hormonas que actúan directamente sobre los ovarios, regulan sus funciones o ayudan a mantener la gestación. El tratamiento hormonal también puede funcionar en gatos machos con bajo recuento de espermatozoides o escasa libido. Por otro lado, el tratamiento hormonal también puede usarse para evitar la gestación después de un apareamiento no deseado.
Los antibióticos se usan para el tratamiento de la infección de los tractos reproductivos. La selección del antibiótico se basa en pruebas que determinan la naturaleza de la bacteria o del agente infeccioso.
En algunas circunstancias, los resultados insatisfactorios con los antibióticos y la creciente preocupación por las bacterias que desarrollan resistencia a un determinado antibiótico han llevado a los veterinarios a utilizar tratamientos distintos de los antibióticos para las infecciones del tracto reproductivo. Estos fármacos estimulan las defensas inmunitarias locales y pueden usarse solos o en combinación con antibióticos.
Consulte también el contenido para veterinarios sobre la infertilidad en pequeños animales.