"Panhipopituitarismo" se refiere a la disminución de la secreción de todas las hormonas hipofisarias.
La causa más frecuente del panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta es un adenoma cromófobo que se origina en la porción distal. Otras causas infrecuentes comprenden destrucción inflamatoria extensa del tejido hipofisario, necrosis isquémica de la hipófisis debida al infarto por invasión de células tumorales, émbolos parasitarios o sépticos, necrosis difusa asociada con toxemia, invasión por neoplasias de estructuras adyacentes (p. ej., las meninges, el hueso esfenoides, la fosa nasal, etc.) y hemorragia generalizada, así como cicatrización posterior a lesiones traumáticas.
Los perros y los gatos con adenomas no funcionales desarrollan alteraciones clínicas relacionadas con una falta de secreción de hormonas tróficas hipofisarias y una disminución de la función del órgano diana, o con trastornos de la función del SNC.
Panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta en animales
Los tumores hipofisarios no funcionales, endocrinológicamente inactivos, se desarrollan con mayor frecuencia en el animal adulto o de más edad. No existe una predisposición racial aparente.
Hallazgos clínicos del panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta en animales
Los animales afectados frecuentemente están letárgicos, carecen de coordinación y sufren colapso con el ejercicio. Ocasionalmente muestran un cambio de actitud, dejan de responder a las personas y desarrollan una tendencia a esconderse a la menor provocación. En los casos crónicos, se quedan ciegos, con pupilas dilatadas y fijas, debido a la compresión y rotura de los nervios ópticos causada por la extensión dorsal del tumor hipofisario.
Los perros afectados muestran, con frecuencia, una pérdida progresiva de peso con atrofia muscular debido a la pérdida del efecto anabólico proteico de la hormona del crecimiento. La compresión de las células que secretan hormonas gonadotrópicas o la hormona liberadora correspondiente del hipotálamo produce atrofia de las gónadas.
Los trastornos del equilibrio del agua son el resultado de una interferencia con la síntesis de la ADH o su liberación en los capilares de la porción nerviosa. El lóbulo posterior, el tallo infundibular y el hipotálamo están comprimidos o alterados por las células neoplásicas.
Los animales con panhipopituitarismo parecen deshidratados, a pesar del incremento en el consumo de agua. Los perros y los gatos con grandes tumores hipofisarios no funcionales suelen excretar grandes cantidades de orina diluida con una densidad baja (≤1007) y pueden empezar a hacer sus necesidades en casa. Los signos clínicos no son muy específicos y podrían confundirse con los de otros trastornos del SNC (p. ej., tumores cerebrales o encefalitis) o con enfermedad renal crónica.
El hipopituitarismo causado por tumores hipofisarios debe incluirse en el diagnóstico diferencial de las enfermedades definidas por incoordinación, letargo, poliuria, ceguera y cambios súbitos del comportamiento en animales adultos o de avanzada edad. Dado que la ceguera es de origen central, la exploración oftalmoscópica por lo general no revela lesiones significativas.
La compresión de la porción distal y la probable interferencia de la secreción de GH no tienen ningún efecto sobre la estatura corporal, debido a que estos tumores suelen encontrarse en perros que ya han completado el crecimiento.
Los periquitos y las cacatúas con adenomas cromófobos frecuentemente desarrollan exoftalmía debida a la extensión de las células neoplásicas a lo largo del nervio óptico.
Lesiones
Los adenomas hipofisarios endocrinológicamente inactivos suelen alcanzar un tamaño considerable antes de causar signos obvios o la muerte. Las células tumorales proliferativas incorporan las estructuras restantes de la adenohipófisis y del tallo infundibular. Todo el hipotálamo puede estar totalmente comprimido y reemplazado por el tumor.
La glándula tiroidea en perros y gatos con adenomas hipofisarios grandes frecuentemente es más pequeña de lo normal, aunque en mucho menor grado que la corteza adrenal. Las glándulas adrenales son pequeñas y están formadas principalmente por tejido medular rodeado de una zona estrecha de corteza. Los túbulos seminíferos son pequeños y muestran pocos signos de espermatogénesis activa.
La atrofia de la piel y la pérdida de masa muscular pueden estar relacionadas con una falta de efectos anabólicos proteicos de la GH en el perro o gato adulto. La interferencia con la secreción de hormonas tróficas hipofisarias frecuentemente causa atrofia gonadal, que produce una disminución de la libido o anestro.
Diagnóstico del panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta en animales
Los análisis hormonales pueden confirmar las deficiencias de las hormonas asociadas en el panhipopituitarismo, que incluyen deficiencias de la ADH, la TSH y la ACTH. La TC o la RM pueden detectar masas hipofisarias o, en algunos casos, hemorragias o tejido cicatricial causado por un traumatismo craneoencefálico repentino (p. ej., por atropello).
Tratamiento del panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta en animales
Los signos clínicos del panhipopituitarismo relacionados con deficiencias endocrinas (p. ej., hipoadrenocorticismo secundario o hipotiroidismo) se pueden tratar mediante la suplementación con glucocorticoides en una dosis fisiológica (0,1-0,3 mg/kg, por vía oral, cada 24 horas) y levotiroxina (22 μg/kg, por vía oral, cada 12 horas, o 44 μg/kg, por vía oral, cada 24 horas), según la respuesta clínica.
La radioterapia de haz externo puede reducir el tamaño del tumor hipofisario y mejorar los signos en algunos gatos, pero la experiencia con este tipo de tratamiento es limitada para los gatos con tumores hipofisarios grandes. En general, el pronóstico es malo.
El pronóstico en animales depende de si la causa es la masa hipofisaria o el encogimiento del tejido hipofisario (p. ej., el síndrome de la silla turca vacía, en el cual la hipófisis se reduce y la silla turca que rodea a la hipófisis se llena de líquido cefalorraquídeo [LCR]). Las lesiones neoplásicas tienen un pronóstico negativo, aunque otras lesiones, como las que son provocadas por un traumatismo del cráneo que causa una pérdida de la secreción de la hormona hipofisaria, pueden tener un buen pronóstico con reposición hormonal.
Conceptos clave
Los adenomas hipofisarios, endocrinológicamente inactivos y el panhipopitutarismo de inicio en la edad adulta son trastornos raros en perros y gatos.
Los signos clínicos por lo general se asocian con compresión tisular local o edema asociado con tumores grandes, que actúan como lesiones compresivas.
Los signos de deficiencia endocrina secundaria, como el hipoadrenocorticismo secundario o el hipotiroidismo, pueden tratarse con suplementos de la hormona afectada.
Para más información
Melmed S, Auchus RJ, Goldfine AB, Kopp PA, Rosen CJ. Principles of endocrinology. En: Melmed S, Auchus RJ, Goldfine AB, Rosen CJ, Kopp PA, eds. Williams Textbook of Endocrinology. 15th ed. Elsevier; 2025:1-11.
Maxie MG, Palmer NC, Maxie GM (ed.), Jubb KVF. Endocrine glands. En: Maxie MG, Palmer NC, Maxie GM (ed.), Jubb KVF, Jubb, Kennedy & Palmer's Pathology of Domestic Animals. 5th ed. Vol. 3. W. B. Saunders; 2007:325-428.
Consulte también la información para propietarios sobre panhipopituitarismo de inicio en la edad adulta en perros y gatos.