La infección por Salmonella enterica puede producirse a través de la contaminación del entorno, el alimento o el agua, o por contacto con animales que están eliminando la bacteria activamente. El estrés parece desempeñar un papel importante en la patogenia. A menudo, preceden a la diarrea antecedentes de cirugía, transporte, cambios en la alimentación, enfermedad concomitante (especialmente otros trastornos GI) o tratamiento con fármacos antimicrobianos de amplio espectro.
Salmonella enterica del serogrupo B incluye S. enterica serovariedad Typhimurium y S. enterica serovariedad Agona, dos de las serovariedades más frecuentemente aisladas en caballos con enfermedad clínica. La identificación de la serovariedad y el antibiograma de los casos afectados permite la monitorización seriada del tipo de salmonelas que infectan a un grupo dado de caballos, es decir, para rastrear la diseminación nosocomial dentro de un hospital veterinario. La aparición de S. enterica, resistente a múltiples fármacos aislados, es preocupante, particularmente en lo que respecta a las infecciones nosocomiales y zoonóticas.
Hallazgos clínicos en la salmonelosis en caballos
Se han reconocido tres formas de salmonelosis en caballos adultos, y son las siguientes:
La primera es el estado de portador subclínico, que puede estar excretando activamente el microorganismo o no, pero tiene la capacidad de transmitir la bacteria a animales sensibles tanto por contacto directo como mediante la contaminación del entorno, el agua o las fuentes de alimento. Pueden ser necesarias varias pruebas de PCR o cultivos fecales para identificar esta forma, debido a que el microorganismo es excretado intermitentemente y en número reducido. En situaciones de estrés, el portador también puede desarrollar la enfermedad clínica. La prevalencia nacional de eliminación fecal de S. enterica a través de caballos sanos en EE. UU. se estima que es <2 %1; sin embargo, la proporción de caballos hospitalizados que la excretan es mucho mayor (alrededor del 13 %2). Las serovariedades más comúnmente identificadas dentro de la población general de caballos son S. enterica Muenchen y S. enterica Newport (ambas del serogrupo C2).
La segunda forma de la enfermedad se caracteriza por un curso clínico leve, con signos de depresión, fiebre, anorexia y heces blandas, pero no acuosas. Los caballos afectados presentan neutropenia absoluta. La enfermedad clínica puede durar 4-5 días; suele ser autolimitante; S. enterica se puede aislar a partir de las heces. Los animales que se recuperan pueden continuar excretando el microorganismo en sus heces durante días o hasta meses, por lo que se recomienda el aislamiento del caballo afectado y la posterior desinfección a fondo del área contaminada.
La tercera forma de salmonelosis se caracteriza por un inicio agudo y un curso clínico grave, con depresión, anorexia, neutropenia profunda y, con frecuencia, dolor abdominal. La diarrea se desarrolla 6-24 horas después del inicio de la fiebre; las heces son líquidas y malolientes. Los caballos afectados se deshidratan rápidamente y se va produciendo acidosis metabólica y pérdidas electrolíticas, a medida que se deterioran. Los signos clínicos de sepsis y choque hipovolémico pueden progresar rápidamente. Puede haber signos de malestar abdominal, distensión o cólico grave secundario al íleo, distensión gaseosa, inflamación del colon y posible infarto.
La enteropatía perdedora de proteínas puede producirse con concentraciones de proteínas plasmáticas peligrosamente bajas (albúmina <2 g/dl) después de unos pocos días de diarrea. Estos caballos pueden volverse bacteriémicos debido a la translocación de microorganismos entéricos, y pueden presentarse anomalías de la coagulación que deriven en una coagulación intravascular diseminada. Si no se trata, esta forma es, a menudo, mortal.
Salmonella puede producir bacteriemia en potros neonatos, especialmente en granjas con salmonelosis endémica. Los neonatos, especialmente aquellos con fallo en la transferencia de la inmunidad pasiva, tienen un alto riesgo de bacteriemia por ingestión de bacterias patógenas antes del cierre de la pared intestinal. Puede producirse bacteriemia por Salmonella con localización posterior en fisis óseas y articulaciones. Los potros pueden presentar cojera y ningún otro signo clínico de infección. Las elevaciones extremas de la concentración sérica de fibrinógeno y otros indicadores de inflamación, como el hierro sérico bajo, el amiloide A sérico elevado, la neutrofilia y la hipergammaglobulinemia en un potro cojo, son indicativos de osteomielitis.
Referencias
Waldridge BM, Stewart AJ, Taylor DC, Saville WJ. The Incidence of Aeromonas Species in the Feces of Nondiarrheic Horses. J Eq Vet Sci2011;31(12): 700-702. https://doi.org/10.1016/j.jevs.2011.05.004
Ernst NS, Hernandez, JA, MacKay RJ, et al. Risk factors associated with fecal Salmonella shedding among hospitalized horses with signs of gastrointestinal tract disease. J Am Vet Med Assoc 2004;225:275–281. https://doi.org/10.2460/javma.2004.225.275
Diagnóstico de la salmonelosis en caballos
Muestras fecales diarias.
Ensayo de PCR.
Cortesía del Dr. John Prescott.
El diagnóstico de la salmonelosis se basa en los signos clínicos, la neutropenia grave y el aislamiento de salmonelas a partir de las heces, la sangre o los tejidos.
El envío de entre 10-30 g de heces para su cultivo ha demostrado ser más eficaz para identificar salmonelas que los cultivos realizados a partir de hisopos fecales. Es importante recoger y enviar las heces, siguiendo las recomendaciones del laboratorio que realiza el cultivo. Es aconsejable trabajar con un laboratorio de diagnóstico que utilice técnicas de enriquecimiento, junto con ágares específicamente seleccionados, para optimizar la recuperación de S. enterica. Debido a que las salmonelas no pueden cultivarse consistentemente a partir de las heces, es necesario recoger múltiples muestras diariamente (por lo general, durante 3-5 días) de cada caballo. El cultivo de biopsias de la mucosa rectal aumenta la probabilidad de aislar el microorganismo; sin embargo, la técnica no está exenta de riesgo para el caballo.
Las muestras fecales, que se vayan a enviar por correo, deben colocarse en un medio de transporte adecuado para microorganismos entéricos, en el momento de su recogida, y enviarse refrigeradas. Se dispone de una prueba de PCR y, según los cebadores utilizados, puede ser más sensible que el cultivo bacteriano rutinario para la detección de salmonelas1; sin embargo, puede haber variaciones entre países y entornos hospitalarios. El cultivo o la prueba de PCR de muestras ambientales pueden determinar si la limpieza y la desinfección de las instalaciones han sido adecuadas.
La prueba de PCR es útil en situaciones de baja prevalencia de la enfermedad, pero puede ser demasiado sensible en zonas de alta prevalencia, con una mayor proporción de caballos que dan positivo, incluso, en ausencia de enfermedad clínica. Dos resultados positivos de PCR se correlacionan bien con cultivos fecales positivos para Salmonella. Dado que la prueba de PCR para Salmonella no proporciona resultados de antibiograma ni permite la serotipificación o la especiación de las cepas aisladas, que son importantes para fines de vigilancia, aún se recomiendan los cultivos fecales.
Referencias
Ward MP, Alinovi CA, Couëtil LL, Wu CC. Evaluation of a PCR to detect Salmonella in fecal samples of horses admitted to a veterinary teaching hospital. J Vet Diag Invest 2005;17(2):118–123. doi: 10.1177/104063870501700204
Tratamiento de la salmonelosis en caballos
Fluidos cristaloides.
Coloides
Antimicrobianos
El tratamiento de la forma grave de la salmonelosis está basado en la administración de fluidos intravenosos y electrolitos, y en los esfuerzos por controlar las respuestas desencadenadas por la respuesta inflamatoria sistémica en el hospedador. Para la rehidratación, se utiliza una solución isotónica poliiónica. Debido a la activa secreción de líquidos y electrolitos hacia la luz del intestino, pueden ser necesarios volúmenes de fluidos intravenosos de 40-80 L/día. Los déficits electrolíticos y ácido-base son frecuentes y se corrigen con fluidos IV suplementados con electrolitos. Es difícil predecir el estado electrolítico de los caballos afectados. Los déficits deben determinarse mediante el análisis bioquímico sérico: puede estar indicada la suplementación con cloruro de potasio, gluconato de calcio, sulfato de magnesio y, ocasionalmente, bicarbonato de sodio.
Se puede administrar plasma equino para corregir la hipoproteinemia y aportar factores de la coagulación. Además, según el origen del plasma, también se pueden administrar anticuerpos específicos frente a endotoxinas y Salmonella. Los sustitutivos coloidales sintéticos del plasma, como el hidroxietilalmidón, pueden utilizarse para mantener la presión oncótica coloidal en caballos con pérdidas sustanciales de proteínas hacia el tracto GI. Estos sustitutos del plasma coloidal pueden ser menos costosos que el plasma equino, pero no contienen otros componentes beneficiosos naturales del plasma, como los factores de coagulación y la antitrombina III (ATIII). A menudo, el plasma equino y los sustitutivos coloidales del plasma se utilizan conjuntamente en caballos con hipoproteinemia debida a colitis.
El tratamiento antimicrobiano en caballos adultos con salmonelosis es controvertido y no parece que afecte al curso de la colitis o que reduzca la excreción de salmonelas; sin embargo, puede reducir la probabilidad de bacteriemia. La elección de un agente antimicrobiano no es fácil y debe basarse idealmente en el antibiograma del microorganismo aislado. Los patrones de resistencia varían entre las cepas aisladas de Salmonella y pueden cambiar durante el curso del brote.
Los antibióticos aminoglucósidos son potencialmente nefrotóxicos para los caballos deshidratados; por lo tanto, debe considerarse el estado de hidratación del caballo cuando se selecciona el antimicrobiano. El antibiótico ideal también debe ser liposoluble. El enrofloxacino puede ser útil para tratar las salmonelas; sin embargo, a menudo se administra una combinación de antimicrobianos de amplio espectro, como penicilina, gentamicina y metronidazol, a los caballos neutropénicos, con el fin de tratar la bacteriemia inducida por la translocación bacteriana a través del epitelio intestinal lesionado.
Los AINE, como el flunixino meglumina, el meloxicam y el firocoxib, selectivo para la ciclooxigenasa 2 (COX-2), ayudan a contrarrestar el efecto de la endotoxina, controlar el dolor y, posiblemente, prevenir la laminitis. La dosificación de AINE ha sido bastante variable. El tratamiento con AINE puede tener efectos adversos importantes, como ulceración gástrica y colónica, y nefrotoxicidad, por lo que debe utilizarse la dosis mínima efectiva.
También se ha recomendado la administración de dosis bajas de polimixina B (6000 unidades/kg, cada 12 horas) para ligar las endotoxinas circulantes. En pruebas controladas, la polimixina B mejoró algunos de los efectos conocidos de la endotoxemia en caballos. Las dosis antimicrobianas de la polimixina B son bastante más altas que las dosis administradas para unirse a las endotoxinas y pueden llegar a ser nefrotóxicas. Es improbable que el tratamiento con dosis bajas de polimixina B sea nefrotóxico en caballos adecuadamente hidratados que reciben fluidos IV.
El uso de protectores GI, como subsalicilato de bismuto y carbón activado, han mostrado pocos beneficios. Se ha demostrado que la esmectita di-tri-octaédrica se une a las toxinas clostridiales, y la levadura Saccharomyces boulardii ha mostrado beneficios en el tratamiento de la colitis en humanos.
Prevención de la salmonelosis en caballos
La prevención de la salmonelosis en animales es difícil, ya que el microorganismo está presente en el entorno así como en las heces de algunos animales sanos. En un entorno hospitalario donde los caballos están estresados, pueden no comer y, a menudo, reciben tratamiento antimicrobiano, se recomienda la identificación agresiva y el aislamiento estricto de los caballos infectados con salmonela. Las prácticas de bioseguridad, para minimizar la contaminación cruzada entre caballos hospitalizados, también es aconsejable. La serotipificación, los perfiles de sensibilidad antimicrobiana, la genotipificación por electroforesis de campo de pulso, el análisis de perfiles de plásmidos y la tipificación de fagos pueden utilizarse para determinar si los aislados están genéticamente relacionados y ayudar a determinar si la infección es nosocomial.
Los propietarios deben ser informados del riesgo zoonótico de la infección por S. enterica. Los humanos que trabajan con animales infectados deben cumplir estrictos protocolos de bioseguridad.
Conceptos clave
La salmonela es la causa infecciosa más común de diarrea en caballos.
Los cuidados de apoyo son el pilar del tratamiento.
Se recomienda una estricta bioseguridad en la granja u hospital, y una limpieza y desinfección estrictas para evitar los brotes.