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Enfermedades consecuencia de parásitos gastrointestinales en los caballos

PorMartin K. Nielsen, DVM, PhD, DVSc, DACVM, DEVPC, Aarhus University
Revisado/Modificado Modificado oct 2024
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Cólico por ascáridos en caballos

La exposición a Parascaris spp. es común en todo el mundo, pero la enfermedad es sumamente rara. Dos especies de ascáridos infestan a los caballos: Parascaris equorum y Parascaris univalens. Poco se sabe sobre las diferencias biológicas entre las dos especies; sin embargo, se cree que P. univalens es común en todo el mundo, mientras que P. equorum es extremadamente raro.

Los huevos de ascáridos se consideran duraderos en el medio ambiente, donde permanecen infestantes durante varios años. Sin embargo, la supervivencia depende de la temperatura, ya que los huevos no toleran temperaturas superiores a 40 ˚C durante más de unos pocos días. Es probable que los huevos permanezcan viables durante el invierno en los climas más fríos y sean infestantes en la siguiente temporada de partos, luego de que hayan embrionado y contengan larvas infestantes.

Una vez ingeridos por el caballo, los huevos de ascáridos eclosionan y las larvas L3 comienzan la migración hepatotraqueal, y llegan a los pulmones aproximadamente 1 semana después de la infestación. Aquí, penetran en los alvéolos y bronquiolos, donde permanecen durante aproximadamente 2 semanas antes de ser expulsados a la faringe y deglutidos para volver al intestino delgado como larvas L4. 

Las primeras etapas intestinales de los ascáridos aparecen 3-4 semanas después de la infestación. Después de aproximadamente 2 meses más, los parásitos se convierten en adultos (vea el video de ) y comienzan a excretar huevos entre 90 y 110 días después de la infestación.

La carga de ascáridos alcanza sus niveles más altos en los potros cuando tienen aproximadamente 5 meses de edad, después de lo cual comienza una respuesta inmunitaria creciente que elimina la infestación, independientemente del tratamiento antihelmíntico. Los potros destetados y los de un año a veces pueden volver a infestarse en menor grado, pero la mayoría de las cargas de ascáridos se eliminan cuando los potros alcanzan el año de edad.

Las infestaciones por ascáridos equinos puede causar impactaciones en el intestino delgado. La edad media de los casos descritos de impactaciones del intestino delgado por ascáridos es de 5 meses, que coincide con el pico de carga parasitaria. Sin embargo, también se han descrito casos en potros de un año, adultos jóvenes y caballos totalmente maduros.

Hallazgos clínicos

La parascarosis aguda (enfermedad causada por el parásito) puede manifestarse como impactación en caballos jóvenes y requiere tratamiento de urgencia. El caso clásico de impactación por ascáridos ocurre en un potro de 5 meses de edad recientemente desparasitado con un antihelmíntico eficaz. Sin embargo, en ocasiones el potro puede no haber sido desparasitado.

Los signos clínicos de los cólicos por ascáridos son los siguientes:

  • Frecuencia cardiaca elevada.

  • Deshidratación.

  • Hiper o hipoperistalsis.

  • Reflujo gástrico positivo.

  • Membranas mucosas hiperémicas.

  • Signos claros de dolor y respuesta limitada a los analgésicos.

Los hallazgos de laboratorio no suelen ser destacables. Sin embargo, la ecografía transabdominal puede revelar asas dilatadas del intestino delgado con nematodos hiperecoicos claramente visibles (vea el video de los parásitos ascáridos).

Las fases pulmonares de Parascaris spp. han causado bronquitis o bronconeumonía en potros inoculados experimentalmente. Sin embargo, no se han informado signos respiratorios clínicamente importantes en caballos infestados naturalmente.

Diagnóstico

  • Recuento de huevos en la materia fecal

  • Examen ecográfico transabdominal

Los huevos de ascáridos en una muestra de materia fecal confirman la presencia de parásitos hembras sexualmente maduras, pero esto no se correlaciona con el riesgo de impactación, ya que la mayoría de los potros de 5 meses de edad probablemente sean positivos a ascáridos. Sin embargo, el diagnóstico de infestación por ascáridos se puede confirmar mediante visualización ecográfica y semicuantificación de gusanos dentro de las asas dilatadas del intestino delgado (ver el video sobre parásitos ascáridos).

Tratamiento

  • Cirugía en casos agudos

  • Antihelmínticos benzimidazólicos

  • Tratamiento sintomático

En los casos agudos de cólicos por ascáridos en caballos, el tratamiento debe dirigirse a resolver la impactación del intestino delgado. El tratamiento quirúrgico puede incluir enterotomía y extirpación de tantos nematodos como sea posible, o puede ser un abordaje menos invasivo, donde se exprima o se masajea el ciego para eliminar los parásitos.

Se puede adoptar un método médico más conservador en los casos que no presentan reflujo gástrico y con signos de dolor controlable. La administración de aceite mineral puede combinarse con medicación espasmolítica y fluidoterapia. Se debe administrar una dosis completa de benzimidazol y se debe controlar el reflujo gástrico cada 3 horas durante las primeras 24-48 horas o hasta que el paciente se estabilice.

El tratamiento del cólico por ascáridos en caballos con un antihelmíntico puede empeorar la impactación intestinal, por lo que este método debe elegirse solo en casos con dolor manejable y sin reflujo gástrico. Se puede monitorizar la progresión mediante examen ecográfico frecuente.

Perlas y trampas

  • El tratamiento del cólico por ascáridos en caballos con un antihelmíntico puede empeorar la impactación intestinal, por lo que este método debe elegirse solo en casos con dolor manejable y sin reflujo gástrico.

Las complicaciones de los cólicos por ascáridos comprenden invaginación intestinal, vólvulo o rotura intestinal.

Además, se pueden implementar las siguientes medidas de soporte, si corresponde:

  • Fluidoterapia.

  • Medicación contra el dolor.

  • Corrección de la acidosis o alcalosis.

  • Antiinflamatorios.

  • Antimicrobianos.

La recomendación actual es incluir un antihelmíntico como parte del plan de tratamiento.

  • Los benzimidazoles por lo general se recomiendan debido a los bajos niveles de resistencia descritos en los ascáridos equinos, así como al mecanismo de acción no paralítico, en el cual los nematodos mueren en el transcurso de 2-3 días.

  • Dados los altos niveles de resistencia de los ascáridos a las lactonas macrocíclicas descritos en todo el mundo, es poco probable que estos medicamentos funcionen bien frente a estos parásitos.

  • Los productos con pirantel pueden ser eficaces, pero deben usarse con precaución, ya que, en teoría, su mecanismo de acción paralizante podría llevar a una impactación intestinal.

Si se elige un tratamiento antihelmíntico, se pueden recuperar los gusanos muertos mediante una sonda nasogástrica o dejarse para que sean eliminados por las heces.

Prevención

Para minimizar el riesgo de enfermedad causada por ascáridos en caballos, las recomendaciones actuales incluyen pruebas diagnósticas fecales, monitorización rutinaria de la eficacia antihelmíntica y una combinación de tratamientos estratégicos y dirigidos. Para los ascáridos, se suele recomendar elegir como blanco Parascaris spp. dos veces antes del destete, con tratamientos administrados a aproximadamente los 2 y los 5 meses de edad.

El antihelmíntico de elección para evitar la infestación por ascáridos en potrillos debe ser un benzimidazol a la dosis indicada. Se puede usar el recuento de huevos en materia fecal determinado antes y después del tratamiento de 5 meses para 1) determinar la presencia relativa de estróngilos frente a ascáridos, y 2) evaluar la eficacia del tratamiento frente a estos parásitos y determinar la necesidad de atacar separadamente los parásitos estróngilos.

Riesgos zoonóticos

No hay riesgo zoonótico asociado con la infección por ascáridos en caballos.

Enfermedad por Strongylus vulgaris en caballos

El nematodo sanguíneo equino Strongylus vulgaris se considera el helminto gastrointestinal equino más patógeno. Históricamente, se informó que la prevalencia de S. vulgaris era del 80 % al 100 %; sin embargo, décadas de desparasitación sistemática han reducido sustancialmente esta prevalencia en la mayoría de los países.

S. vulgaris pertenece al grupo de los grandes estróngilos (subfamilia Strongylinae de la familia Strongylidae). Es una de las tres especies de Strongylus que infestan a los caballos. Las otras dos, Strongylus edentatus y Strongylus equinus, no se han asociado con enfermedades inequívocas y no se tratan aquí.

S. vulgaris aún no ha desarrollado resistencia a ningún antihelmíntico, que es probablemente la razón principal por la que este parásito se ha vuelto raro en los caballos tratados. S. vulgaris puede aparecer en explotaciones equinas tratadas con pocos o ningún antihelmíntico, y se ha descrito que está resurgiendo en países como Dinamarca y Suecia, donde el uso de antihelmínticos está restringido por la legislación de prescripción médica.

Perlas y trampas

  • Strongylus vulgaris está resurgiendo en países como Dinamarca y Suecia, donde el uso de antihelmínticos está restringido por la legislación de prescripción médica.

Como parte del ciclo biológico normal de S. vulgaris, las larvas de tercera fase ingeridas (L3) migran subendotelialmente en las arteriolas intestinales hacia la raíz de las arterias mesentéricas craneales y celíacas. Allí, mudan a la cuarta fase (L4) y entran en la luz arterial, donde mudan a la fase L5. Posteriormente, son arrastradas por el árbol circulatorio para formar abscesos (aproximadamente de 1 cm de diámetro) en las paredes del ciego, el colon ventral y el colon dorsal. Estos abscesos finalmente se rompen, liberando las larvas en la luz intestinal.

La gran mayoría de los especímenes adultos de S. vulgaris se encuentran en el ciego; sin embargo, algunas veces pueden localizarse en el colon ventral. El ciclo biológico completo dura aproximadamente 6 meses, y pasan aproximadamente 4 meses en las arterias mesentéricas.

En algunos climas, la presencia y abundancia de S. vulgaris son estacionales; los caballos se infestan durante el trascurso de la temporada de pastoreo, y la fase migratoria se da durante el invierno. Como resultado, los adultos que excretan huevos son más abundantes en primavera, cuando estos parásitos completan su migración extraintestinal.

Hallazgos clínicos

La infestación por S. vulgaris invariablemente provoca endarteritis mesentérica verminosa activa crónica (vea la imagen de endarteritis mesentérica); sin embargo, esta lesión no se ha asociado con signos clínicos específicos. Del mismo modo, no se han relacionado signos clínicos con la formación y posterior rotura de los abscesos intestinales cuando las larvas regresan a la luz intestinal. A pesar de que los parásitos S. vulgaris adultos pueden adherirse a las paredes intestinales y se ha informado que ingieren sangre, no se describen como causa primaria de anemia clínicamente importante en caballos.

A diferencia de la endarteritis verminosa asintomática descrita anteriormente, la infestación por S. vulgaris también puede provocar peritonitis clínicamente importante a tartir de tromboembolias que causan infarto intestinal no estrangulador. El infarto se produce después de que la migración parasitaria a través de las arterias intestinales provoque daños en la pared arterial, formación de trombos y, en última instancia, desprendimiento de émbolos del trombo que fluyen en la corriente anterógrada y ocluyen pequeñas arterias y arteriolas. Los signos clínicos incluyen fiebre, malestar general, grados variables de cólico y, a veces, una masa palpable en el examen rectal. Consulte también Trombosis, embolia y aneurisma en animales.

Los hallazgos de laboratorio clínico suelen incluir lo siguiente:

  • Incremento de las concentraciones séricas de amiloide A y fibrinógeno.

  • Disminución de la concentración plasmática de hierro.

  • Leucopenia.

  • Aumento de las concentraciones de lactato en plasma y en líquido peritoneal.

La abdominocentesis revela una peritonitis fulminante con un elevado número de glóbulos blancos y un aumento del contenido de proteínas y lactato.

Diagnóstico

  • Valoración clinica

  • Abdominocentesis

  • Laparotomía exploradora

  • Coprocultivo

Los signos clínicos asociados con la infestación por S. vulgaris en caballos no son específicos. La abdominocentesis es necesaria para diagnosticar la peritonitis; sin embargo, generalmente no identifica el agente causal. En las áreas donde S. vulgaris es endémico, se debería evaluar si los pacientes que presentan peritonitis tienen infarto intestinal no estrangulado, que únicamente se puede diagnosticar de forma definitiva mediante laparotomía exploratoria.

La flotación fecal y el recuento de huevos no tienen valor diagnóstico para la infestación por S. vulgaris. Estas pruebas no diferencian entre varias especies de estróngilos. La presencia de estadios intestinales adultos se puede determinar de manera más específica con coprocultivo (cultivo fecal para detectar infección bacteriana del tracto gastrointestinal) o ensayo de PCR; sin embargo, esta determinación tiene un valor limitado ya que la enfermedad está causada por larvas migratorias, no por parásitos adultos.

Perlas y trampas

  • La flotación fecal y el recuento de huevos no tienen valor diagnóstico para la infestación por Strongylus vulgaris.

Tratamiento

  • Laparotomía exploradora con posible resección intestinal

Cuando se ha producido un infarto intestinal, el tratamiento médico de la enfermedad por S. vulgaris no suele tener éxito. La laparotomía exploratoria revela la extensión del daño intestinal e indica si la corrección quirúrgica es factible. El pronóstico para pacientes tributarios de cirugía correctiva inmediata es bastante bueno. En comparación, el pronóstico es reservado si la cirugía se intenta >24 horas después del inicio de los signos clínicos.

El cuidado posquirúrgico estándar incluye lo siguiente:

  • Fluidoterapia.

  • Antiinflamatorios.

  • Antimicrobianos.

La administración de antihelmínticos en la fase aguda de un infarto intestinal no estrangulado en caballos tiene poco o ningún valor. Sin embargo, se recomienda la desparasitación con un antihelmíntico larvicida una vez que el paciente esté estabilizado y se haya resuelto la peritonitis.

Las opciones de antihelmínticos son (0,2 mg/kg, por vía oral, una vez), moxidectina (0,4 mg/kg, por vía oral, una vez) o fenbendazol (10 mg/kg, por vía oral, una vez al día durante 5 días) La etapa migratoria L5 puede no ser totalmente susceptible al tratamiento antihelmíntico.

Prevención

Las recomendaciones de control de S. vulgaris actuales incluyen una base de tratamientos antihelmínticos administrados a todos los caballos, con el objetivo específico de reducir las cantidades de este parásito. En la mayoría de los lugares, las medidas de control deben consistir en uno o dos tratamientos anuales administrados estratégicamente con un antihelmíntico eficaz.

Riesgos zoonóticos

No hay riesgo zoonótico de la enfermedad por S. vulgaris en caballos.

Ciatostominosis larvaria en caballos

Los ciatostomas son pequeños estróngilos que infectan a todos los caballos de pastoreo en cierta medida. La subfamilia de parásitos ciatostomas comprende 50 especies dentro de 14 géneros diferentes. Cuarenta de estas especies infestan a los caballos y es común encontrar coinfestaciones con 10-20 especies diferentes en un solo caballo.

Los caballos asintomáticos pueden albergar cargas de ciatostomas que van desde unos pocos miles hasta más de un millón de gusanos. Sin embargo, en algunos caballos parasitados, la ciatostominosis larvaria aguda se produce cuando emergen en masa las larvas enquistadas en las paredes del intestino grueso. Se sabe muy poco sobre las diferencias biológicas y patogénicas entre especies de ciatostomas debido a la falta de herramientas de diagnóstico ante mortem para diferenciarlas. Por este motivo, los ciatostomas se consideran un grupo biológicamente uniforme en cuanto a patogenia y resistencia antihelmíntica.

Como parte del ciclo biológico normal de los ciatostomas, las larvas ingeridas de la tercera fase (L3) migran a las paredes intestinales del ciego y el colon, donde se enquistan y pasan por las fases tercera inicial (EL3), tercera tardía (LL3) y cuarta mucosa (ML4) (vea la imagen de la larva enquistada). Las ML4 se excretan y vuelven a migrar a la luz intestinal como L4 luminales (LLA4) antes de alcanzar la fase final y sexualmente madura (L5).

Las larvas EL3 experimentan grados variables de desarrollo detenido (hipobiosis) durante períodos que van desde unas pocas semanas o meses hasta varios años. En climas con estaciones de pastoreo bien definidas, la proporción relativa de EL3 detenidas puede seguir un patrón estacional: Las EL3 se acumulan durante toda la temporada de pastoreo y alcanzan cifras máximas en otoño e invierno. Como resultado, los caballos (especialmente los <5 años de edad) pueden albergar cientos de miles de larvas enquistadas.

La ciatostominosis larvaria se produce cuando un gran número de larvas enquistadas emergen sincrónicamente de los quistes de las paredes intestinales. Cada larva que emerge induce una reacción inflamatoria y números elevados pueden conducir a una tiflocolitis generalizada que afecta principalmente al ciego y al colon ventral.

Sin embargo, a pesar de la ubicuidad de los parásitos ciatostómicos y de la acumulación de larvas enquistadas, la ciatostominosis larvaria rara vez se observa en todo el mundo. La mayoría de los informes de casos provienen de países con climas templados y septentrionales, y la afección parece ser extremadamente rara en los EE. UU.

Hallazgos clínicos

El caso típico de ciatostominosis larvaria aguda es un caballo joven (1-4 años de edad, rara vez potros), pero la afección puede ocurrir también en caballos maduros. El caballo afectado a menudo ha sido desparasitado recientemente con un antihelmíntico no larvicida eficaz. Los signos clínicos incluyen:

  • Aparición súbita de diarrea acuosa profusa.

  • Deshidratación grave.

  • Varios grados de choque circulatorio.

  • Edema de la región esternal, prepucio y extremidades distales.

  • Posibles signos de cólico.

  • Pérdida de peso.

  • Temperatura corporal elevada, normal o baja.

Los hallazgos de laboratorio clínico suelen incluir lo siguiente:

  • Leucocitosis neutrofílica.

  • Hipoproteinemia e hipoalbuminemia.

  • Aumento de las concentraciones de marcadores de fase aguda (p. ej., amiloide A, fibrinógeno).

  • Acidosis láctica y acidosis metabólica.

Diagnóstico

  • Valoración clinica

  • Hallazgos clínicos de laboratorio

Los signos clínicos de la ciatostominosis en caballos no son específicos; sin embargo, suele haber diarrea. Los típicos hallazgos clínicos de laboratorio incluyen hipoalbuminemia y leucocitosis neutrófila.

No se han validado pruebas de diagnóstico para la ciatostominosis larvaria en caballos. La flotación fecal y el recuento de huevos no son útiles porque la afección está causada por fases larvarias que emergen de las paredes intestinales y no por adultos productores de huevos. De manera similar, a veces se observan tanto larvas de ciatostomas como gusanos adultos en un guante rectal o en muestras fecales, pero esto solo documenta la presencia de parásitos y no indica patología.

El diagnóstico de la ciatostominosis se basa en los signos clínicos, los hallazgos clínicos de laboratorio y los antecedentes de tratamiento antihelmíntico, así como en la exclusión de diagnósticos diferenciales, de la siguiente manera:

  • Los cultivos fecales y las pruebas de PCR para salmonelosis, así como los ensayos de toxina clostridial y el muestreo para Neorickettsia risticii (la causa de la fiebre equina del Potomac) son relevantes en cualquier caso de colitis hiperaguda en América del Norte.

  • La enteropatía proliferativa equina causada por Lawsonia intracellularis es un diagnóstico diferencial con una presentación muy similar y se indican pruebas para detectar L. intracelular.

  • La ecografía a menudo revela paredes cecales o colónicas marcadamente edematosas, junto con líquido en la luz.

  • En los casos crónicos de ciatostominosis, puede producirse pérdida de peso y formación de edema debido a pérdidas graves de proteínas entéricas.

Tratamiento

  • Tratamiento sintomático

  • Antiinflamatorios

Como en todos los casos de colitis equina, se indica un tratamiento médico intensivo multifacético, que incluye fluidoterapia, corrección de electrolitos, antiinflamatorios, y, en algunos casos, antimicrobianos.

La ciatostominosis larvaria aguda es una afección grave, con una tasa de mortalidad de aproximadamente el 50 %.

La recomendación actual para tratar la ciatostominosis larvaria aguda en caballos es incluir un antihelmíntico larvicida. Sin embargo, es probable que ninguno de los dos antihelmínticos indicados actualmente para esta parasitosis sea totalmente eficaz:

  • Se ha documentado que una dosis oral única de moxidectina (0,4 mg/kg) reduce el número de estadios larvarios tardíos (LL3 y L4 mucosa) en aproximadamente un 60-80 %; sin embargo, este efecto puede durar solo aproximadamente 5 semanas en caballos mantenidos en pastos.

  • En la ficha técnica se afirma que una pauta de 5 días de fenbendazol oral (10 mg/kg en América del Norte, 7,5 mg/kg en Europa) es eficaz contra todos los estadios larvarios; sin embargo, los estudios han documentado una eficacia del 50 al 70 % (1), que es claramente inferior a los valores de eficacia históricos.

Prevención

Las recomendaciones actuales para el control de los parásitos están diseñadas para reducir el riesgo de ciatostominosis larvaria mediante pruebas diagnósticas fecales, monitorización rutinaria de la eficacia antihelmíntica y una combinación de tratamientos estratégicos y dirigidos. Junto con un buen manejo de los pastos y la regulación de la densidad de población, esto debería reducir la contaminación parasitaria de los pastos y reducir la presión de la infestación.

La resistencia antihelmíntica de los ciatostomas es cada vez más común. Se ha informado ampliamente que los ciatostomas equinos son resistentes a los antihelmínticos pirimidina y benzimidazol. Varios informes también han documentado resistencia a las lactonas macrocíclicas.

Riesgos zoonóticos

No hay riesgo zoonótico de la ciatostominosis larvaria en caballos.

Cólico por tenia en caballos

La infestación por tenias es común en caballos de pastoreo y puede causar cólico ileal. Tres especies de tenia infestan a los caballos:

  • Anoplocephaloides mamillana (anteriormente Paranoplocephala mamillana)

  • Anoplocephala magna

  • Anoplocephala perfoliata

Las dos primeras especies se han vuelto raras en los caballos estabulados. La única especie con impacto clínico descrito es A. perfoliata, que se encuentra comúnmente en caballos de pastoreo en todo el mundo; sin embargo, tiende a ser rara o nula en climas áridos.

Los ácaros oribátidos de vida libre, ingeridos accidentalmente por los caballos mientras pastan, actúan como huéspedes intermediarios de A. perfoliata. Los ácaros son portadores de la fase infestante del parásito (el cisticerco), que se libera del tejido del ácaro al ser este digerido en el tracto intestinal del caballo y forma un escólex.

Los escólices de A. perfoliata se adhieren a la pared cecal y tienden a agruparse alrededor de la válvula ileocecal (vea la imagen de adultos adheridos). Cuando la carga parasitaria es muy grande, también se pueden encontrar cestodos en el íleon.

A medida que los gusanos A. perfoliata maduran, forman proglótides (segmentos de tenia), que contienen huevos y se liberan en el contenido intestinal. Las proglótides se desintegran posteriormente, liberando los huevos en la luz intestinal.

El cólico causado por la tenia puede presentarse cuando hay un gran número de A. perfoliata adheridos a las paredes cecales e ileales. Esta infestación puede conducir a una obstrucción mecánica y a daño de la mucosa, que varía desde hiperemia leve hasta áreas con múltiples úlceras necróticas confluyentes en los sitios de unión. Se especula que estas úlceras causan hiperperistaltismo intestinal, que provoca espasmos intestinales, impactaciones ileales e invaginaciones ileocecales.

En países con estaciones marcadas y estaciones de pastoreo, la presencia de tenias maduras en el intestino suele ser menor durante el verano y mayor durante el invierno y principios de la primavera, lo que refleja las fluctuaciones en el poder infestante de los pastos.

Hallazgos clínicos

Los casos de cólico por tenia se producen en caballos de cualquier edad y pueden presentarse con una variedad de signos clínicos, según la patología en los órganos afectados. En los casos de impactaciones ileales o invaginaciones ileocecales, los signos clínicos pueden incluir frecuencia cardíaca elevada, dolor abdominal y, a veces, una masa intestinal firme palpable a nivel rectal.

Los resultados de los análisis clínicos no suelen ser remarcables, pero pueden incluir leucocitosis y neutrofilia.

Diagnóstico

  • Valoración clinica

  • Recuento de huevos en la materia fecal

  • Examen serológico

La palpación rectal o el examen ecográfico pueden sugerir impactación ileal o invaginación intestinal. La detección de huevos de tenia (vea la imagen del huevo de A. perfoliataHuevo de Anoplocephala perfoliata) en el examen fecal confirma la presencia de tenias adultas; sin embargo, no documenta una relación causal. Las pruebas ELISA de anticuerpos séricos y salivales están disponibles en algunos países; sin embargo, solo reflejan la exposición al parásito y no necesariamente indican una relación causal.

Aunque la identificación definitiva de las tenias como causa del cólico tiene implicaciones limitadas para el manejo de los casos agudos, es valiosa para asesorar posteriormente a los clientes sobre el manejo futuro del rebaño. Las pruebas fecales estándar carecen de sensibilidad diagnóstica; sin embargo, existen técnicas modificadas con sensibilidad mejorada.

La fiabilidad de los métodos diagnósticos disponibles actualmente para detectar tenias equinas ha sido ampliamente investigada y se ha demostrado que las técnicas estándar de recuento de huevos (p. ej., la técnica de McMaster) tienen una sensibilidad diagnóstica <10 %, lo que las hace prácticamente ineficaces para este propósito. Sin embargo, algunas técnicas modificadas de recuento de huevos tienen una sensibilidad de aproximadamente 60 % para detectar cualquier carga de tenias y de 90 % para detectar una carga clínicamente más relevante de >20 gusanos. Estas técnicas modificadas implican el procesamiento de grandes cantidades de materia fecal y la centrifugación para concentrar y hacer flotar los huevos.

A veces se supone que los episodios repetidos de cólico espasmódico en caballos están causados por una infestación por tenia. Si bien la tenia esto no puede descartarse, también deberían considerarse otras causas. Una prueba fecal positiva puede ayudar a apoyar el diagnóstico presuntivo de cestodosis.

Tratamiento

  • Pamoato de pirantel, doble dosis

  • Prazicuantel

Los casos de impactación ileal o invaginación intestinal ileocecal requieren cirugía y atención de soporte perioperatoria estándar.

La recomendación actual es considerar el tratamiento anticestodo solo una vez que el cólico se haya resuelto y el paciente se haya estabilizado. Una dosis doble de pamoato de pirantel (embonato de pirantel; 13,2 mg de base de pirantel/kg, por vía oral, una vez) o productos que contienen praziquantel (1,0-2,5 mg de prazicuantel/kg, por vía oral, una vez) generalmente se consideran opciones eficaces. Sin embargo, se ha informado de evidencia de fracaso del tratamiento para ambos antihelmínticos.

Prevención

Las recomendaciones actuales para el control de parásitos están diseñadas para reducir el riesgo de enfermedad parasitaria. Las pruebas de anticuerpos en suero o saliva pueden ayudar a determinar la presión de la infestación por cestodos dentro de una explotación equina. Los resultados de dichas pruebas pueden guiar las decisiones respecto a si deben incluirse tratamientos anticestódicos en la estrategia de control.

En la mayoría de las granjas, las recomendaciones actuales son tratar las tenias al menos una vez al año, en otoño. La evidencia de una alta presión de infestación o los casos de cólico por tenia en la granja pueden justificar el tratamiento con mayor frecuencia. En general, el objetivo es reducir la contaminación parasitaria de los pastos y así reducir la presión de la infestación.

Riesgos zoonóticos

No hay riesgo zoonótico de la infestación por tenia en caballos.

Conceptos clave

  • Los parásitos Parascaris spp. son ubicuos en potros de todo el mundo; sin embargo, la impactación verminosa del intestino delgado es extremadamente rara.

  • La infestación por Strongylus vulgaris es rara en la mayoría de las poblaciones equinas controladas; sin embargo, puede resurgir con el uso limitado o restringido de antihelmínticos.

  • Los ciatostomas son ubicuos, pero la ciatostominosis larvaria es extremadamente rara.

  • Anoplocephala perfoliata es muy común y puede causar cólico ileocecal.

  • Los ciatostomas, los ascáridos y el A. perfoliata han desarrollado resistencia a los antihelmínticos ampliamente utilizados.

Para más información

Referencias

  1. Nielsen MK. Anthelmintic resistance in equine nematodes: Current status and emerging trends. Int J Parasitol Drugs Drug Resist. 2022;20:76-88. doi:10.1016/j.ijpddr.2022.10.005