La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad hemorrágica infecciosa y grave de los cerdos que produce un gran abanico de signos clínicos y lesiones que pueden parecerse mucho a los de la peste porcina clásica. El virus de la peste porcina africana (VPPA) tiene una tasa de mortalidad de hasta el 100 % en cerdos domésticos y jabalíes. El virus es enzoótico en muchos países africanos, donde se mantiene en el medio ambiente a través de un ciclo selvático que implica a los jabalíes y las garrapatas Ornithodoros (blandas). En 2007, el VPPA se extendió desde África a Georgia, y desde entonces se ha extendido a muchos países del norte y este de Europa, Rusia y Asia, incluida China, que produce más de la mitad de la carne de cerdo del mundo. Este brote ha provocado la muerte y el sacrificio de millones de cerdos, lo que supone una enorme amenaza para la industria porcina mundial. Actualmente no existe una vacuna eficaz.
El virus de la peste porcina africana (VPPA) infecta a los cerdos domésticos y a otros miembros de la familia Suidae, incluidos los facóqueros (Phacochoerus aethiopicus), los potamoqueros (Potamochoerus porcus) y el jabalí (Sus scrofa ferus). Todos los esfuerzos para infectar a otros animales han sido infructuosos. El virus no infecta a los seres humanos. La enfermedad se limita a todas las razas y tipos de cerdos domésticos y jabalíes europeos, y todas las edades son igualmente sensibles al virus. En África, el virus produce una infección inaparente en jabalíes, cerdos silvestres y en las garrapatas blandas Ornithodoros moubata. Cuando la enfermedad era endémica en el sur de España y Portugal, una especie diferente de garrapata blanda (O erraticus) se infectó con el virus. Se han infectado de forma experimental con el VPPA otras Ornithodoros spp que habitualmente no se asocian con los cerdos domésticos o silvestres.
La peste porcina africana (PPA) se consideraba una enfermedad limitada al África subsahariana hasta 1957, cuando se produjo un brote en la península ibérica (Portugal) como resultado de la alimentación de cerdos con desechos de los vuelos de las aerolíneas cerca del aeropuerto de Lisboa. En 1960 se declaró una nueva introducción de la PPA en Portugal. La peste porcina africana permaneció endémica en la península ibérica hasta mediados de la década de 1990. Se han descrito brotes de PPA en otros países europeos durante el siglo XX, entre ellos Malta (1978), Italia (1967, 1980), Francia (1964, 1967, 1977), Bélgica (1985) y los Países Bajos (1986). El virus se erradicó de cada uno de estos países mediante sacrificios, pero ha permanecido de forma endémica en Cerdeña desde su introducción en 1978. Durante las décadas de 1970 y 1980, el VPPA se extendió al Caribe y América del Sur (Brasil), donde los brotes se eliminaron después de haber devastado las industrias porcinas de los países afectados.
El virus apareció de nuevo en Europa continental en 2007, inicialmente en Georgia, desde donde se extendió al oeste de Rusia, Armenia, Azerbaiyán, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia, Polonia y Estonia. En 2018, el virus se propagó a China, desde donde se extendió rápidamente a muchos países asiáticos vecinos, como Mongolia, Camboya, India, Laos, Vietnam, Filipinas, Corea del Norte y del Sur, Birmania, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea. El virus también se ha extendido más al oeste de Europa, y ha infectado a cerdos en Rumanía, Serbia, Eslovaquia, Bulgaria y Grecia, así como a jabalíes en Bélgica, República Checa y Hungría. Sin embargo, la PPA se erradicó con éxito en Bélgica y la República Checa. Hasta julio de 2020, los informes de la FAO y la OMSA indican que muchos millones de cerdos han muerto o han sido sacrificados como resultado directo del brote de PPA en Europa y Asia, y esto ha tenido un gran impacto en el suministro mundial de carne de cerdo.
Etiología y patogenia de la peste porcina africana
El VPPA es un virus grande de ADN bicatenario con envoltura que es el único miembro del género Asfivirus dentro de la familia Asfarviridae. El VPPA está relacionado lejanamente con familias de virus de eucariotas inferiores, como la familia Faustoviridae y el género Kaumoebavirus. Junto con otros virus que tienen una fase replicativa en el citoplasma, los Asfarviridae han sido clasificados en el filo "Nucleocytoviricota" (ICTV Master Species List 2019.v1).
La ruta principal de infección es el tracto respiratorio superior y el virus se replica en las amígdalas y los ganglios linfáticos que drenan la cabeza y el cuello. La infección generalizada sigue rápidamente a través del torrente sanguíneo, lo que da lugar a concentraciones elevadas de virus en todos los tejidos. Los factores que producen las lesiones hemorrágicas no están completamente definidos, pero la alteración grave del mecanismo de coagulación sanguínea desempeña un papel importante. El virus se excreta principalmente por el tracto respiratorio superior y está presente en todas las secreciones y excreciones que contienen sangre.
Epidemiología y transmisión de la peste porcina africana
Es probable que el prolongado periodo durante el cual la peste porcina africana ha sido una enfermedad enzoótica en África haya dado lugar a la selección de virus de diferente virulencia. Se han diferenciado genotipos distintos del VPPA mediante análisis de secuencia de los genomas víricos obtenidos de diferentes áreas geográficas durante mucho tiempo. El virus es muy resistente a un amplio rango de pH y a ciclos de congelación/descongelación, y puede mantener su poder infectivo durante varios meses a temperatura ambiente o cuando se almacena a 4 °C. El virus en los fluidos corporales y el suero se inactiva en 30 min a 60 °C, pero el virus en la carne de cerdo no procesada, en la que puede permanecer viable durante varias semanas o meses, solo puede inactivarse calentándola a 70 °C durante 30 min.
Se producen dos patrones distintos de transmisión: un ciclo selvático en los jabalíes y las garrapatas en África, y ciclos epizoóticos y enzoóticos en los cerdos domésticos y los jabalíes. El VPPA mantiene su ciclo selvático de transmisión en África entre los facóqueros y las garrapatas blandas que actúan como vectores de O moubata, que habitan en las madrigueras de los facóqueros, en las que es difícil proceder a su erradicación. Las garrapatas Ornithodoros son vectores biológicos del virus. La diseminación del virus desde los reservorios salvajes a los cerdos domésticos puede deberse a la picadura de una garrapata blanda infectada o por la ingesta de tejidos de facóquero.
Una vez que el virus se ha introducido en los cerdos domésticos o en los jabalíes, los animales infectados constituyen la fuente más importante del virus para los cerdos sensibles. Los cerdos se suelen infectar por vía oronasal por contacto directo con cerdos infectados o por ingestión de alimentos de desecho que contienen carne de cerdo sin procesar o productos cárnicos de cerdo. En cerdos gravemente infectados, todos los fluidos corporales y tejidos contienen gran cantidad de virus infectivos desde el comienzo de la fase clínica de la enfermedad hasta el momento de la muerte. Los cerdos infectados con cepas menos virulentas pueden transmitir el virus a cerdos sensibles hasta 1 mes después de la infección; la sangre es infecciosa hasta 6 semanas y la transmisión puede producirse si se derrama sangre. Los cerdos que sobreviven a la infección pueden estar infectados de forma persistente; sin embargo, su papel en la epidemiología de la enfermedad no se conoce completamente.
Signos clínicos, lesiones y hallazgos en la necropsia de la peste porcina africana
Cortesía del Dr. C.A.L. Oura.
Cortesía del Dr. C.A.L. Oura.
Cortesía del Dr. C.A.L. Oura.
La PPA se presenta de forma hiperaguda, aguda, subaguda y crónica, y las tasas de mortalidad oscilan entre el 0 y el 100 %, según la virulencia del virus con el que se infectaron los cerdos. Las formas aguda e hiperaguda de la enfermedad se caracterizan por una enfermedad hemorrágica grave con una mortalidad cercana al 100 %. Después de un corto periodo de incubación de 3-7 días, los cerdos desarrollan fiebre alta (hasta 42 °C), seguida rápidamente de inapetencia, incoordinación y postración. Los cerdos pueden morir en esta etapa sin mostrar otros signos clínicos. Los cerdos supervivientes presentarán enrojecimiento o cianosis de las orejas y el hocico, seguido rápidamente de un enrojecimiento más generalizado del cuerpo y sangrado por la nariz y el ano. Las cerdas infectadas también pueden mostrar disnea, vómitos y abortos si están preñadas.
Los cerdos que sobreviven a la infección aguda pueden parecer sanos o enfermos crónicos. Se han aislado algunos virus de baja virulencia que producen signos clínicos inespecíficos y lesiones caracterizadas a menudo por emaciación, inflamación de las articulaciones y problemas respiratorios.
La gravedad y la distribución de las lesiones causadas por el VPPA varían según la virulencia del virus. En los casos agudos mortales, las lesiones macroscópicas son más prominentes en los sistemas linfático y vascular. Las hemorragias se producen predominantemente en los nódulos linfáticos, que pueden parecerse a coágulos sanguíneos, y en los riñones (por lo general como petequias) y el corazón. El bazo es a menudo grande y friable, y puede haber líquido de color pajizo o teñido de sangre en las cavidades pleural, pericárdica y peritoneal, así como congestión pulmonar.
Diagnóstico de la peste porcina africana
Las pruebas de laboratorio se usan para diferenciarla de la peste porcina clásica.
El diagnóstico rápido y precoz de laboratorio es esencial para un control oportuno.
Cortesía del Dr. C.A.L. Oura.
Los signos clínicos de la PPA pueden ser similares a los de varias enfermedades, incluida la septicemia bacteriana (p. ej., erisipela y salmonelosis aguda), pero el principal problema diagnóstico es distinguirla de la peste porcina clásica (cólera porcino). Cualquier enfermedad febril en los cerdos asociada con una hemorragia diseminada y una alta mortalidad debe levantar sospechas de PPA.
El diagnóstico de las infecciones crónicas de la PPA es problemático, porque los signos clínicos y las lesiones en los cerdos con infección crónica son altamente variables. La confirmación de laboratorio es esencial, por lo que deben recogerse muestras de sangre, bazo, riñón, nódulos linfáticos y amígdalas, en particular, para el aislamiento del virus, la detección del antígeno o la prueba de PCR para el ADN vírico. El aislamiento del virus se lleva a cabo en cultivos de médula ósea o de leucocitos de sangre periférica, en los que se puede demostrar la hemadsorción de eritrocitos en la superficie de las células infectadas. Existen cepas virales no hemadsorbentes que producen un efecto citopático en los leucocitos porcinos. La detección de antígenos también puede lograrse mediante tinción por inmunofluorescencia de frotis tisulares, inmunodifusión usando suspensiones tisulares como fuente de antígenos o ELISA de detección de antígenos. Los anticuerpos pueden detectarse mediante ELISA e inmunofluorescencia indirecta, pero en los casos agudos de PPA, los cerdos pueden morir antes de que se produzcan anticuerpos.
Tratamiento, control y prevención de la peste porcina africana
Ningún tratamiento o vacuna eficaz
No existe tratamiento para la PPA, por lo que se está intentando desarrollar una vacuna. Muchos laboratorios de todo el mundo están trabajando para desarrollar una vacuna, con algunos resultados prometedores, pero se requiere más trabajo para asegurar la seguridad y eficacia de estos prototipos de vacunas antes de su registro. Algunos investigadores en China han informado recientemente de los resultados de ensayos de campo para determinar la seguridad.
La prevención y el control de la PPA se complica por varios factores, entre ellos la transmisión del virus en la carne fresca y algunos productos de cerdo curados, la posible infección persistente en algunos cerdos, la presencia de reservorios silvestres del virus, como los suidos silvestres y las garrapatas blandas en algunas partes del mundo, y la confusión diagnóstica con agentes que causan signos clínicos similares, como la peste porcina clásica (cólera porcino). La prevención depende de la garantía de que no se introduzcan en áreas libres de PPA suidos vivos domésticos ni silvestres infectados y tampoco sus productos derivados.
La presencia del virus en garrapatas y jabalíes en muchos países del África subsahariana hace difícil, si no imposible, interrumpir el ciclo selvático del virus. Sin embargo, los cerdos domésticos pueden criarse en África si el sistema de gestión evita alimentar con restos de comida cruda e impide el acceso de las garrapatas y el contacto con los facóqueros, por lo general mediante una valla doble, con una valla perimetral de malla de alambre que se extienda por debajo del suelo.
Los países libres de PPA mantienen su estatus libre de virus prohibiendo la importación de cerdos vivos y productos porcinos de países infectados y controlando la destrucción de todos los restos de comida de los barcos y aviones implicados en rutas internacionales.
Si la enfermedad se produce en un país no infectado previamente, el control depende primero del reconocimiento precoz y del diagnóstico rápido de laboratorio. Una vez que la PPA se confirma en un país que ha estado libre de enfermedad, se requiere una acción rápida para controlar y luego erradicar la infección. La estrategia de erradicación implica el sacrificio de los cerdos infectados y de los que están en contacto con ellos, y la eliminación segura de las canales. Si los jabalíes están presentes y están infectados, esto complica significativamente los programas de control. En estos casos debe evitarse el contacto directo entre los jabalíes y los cerdos domésticos mediante una mayor bioseguridad en las granjas de traspatio. Se controla el movimiento de cerdos entre granjas y se prohíbe la alimentación con restos de comida. Cuando se sabe que existen garrapatas blandas, los edificios infestados se rocían con acaricidas y la repoblación de las granjas solo debe permitirse si los cerdos centinela no se infectan.
Puntos clave
La peste porcina africana es una enfermedad vírica de los cerdos muy infecciosa y a menudo mortal.
El virus es endémico del África subsahariana, donde se transmite desde los jabalíes y los cerdos silvestres por garrapatas blandas.
Un brote que comenzó en Georgia en 2007 se ha extendido a numerosos países de Asia y Europa.
No hay vacunas disponibles, aunque se están probando varias candidatas.