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Hipertricosis asociada a adenomas de la porción intermedia en caballos

(Hirsutismo)

PorJanice E. Kritchevsky, VMD, DACVIM-LAIM, Department of Veterinary Clinical Sciences, College of Veterinary Medicine, Purdue University
Revisado/Modificado Modificado sept 2024
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La hipertricosis (crecimiento excesivo de pelo) adquirida se asocia invariablemente con la disfunción de la porción intermedia de la hipófisis (PPID). El diagnóstico definitivo se establece midiendo la concentración sanguínea de ACTH endógena, ya sea un valor basal o después de una prueba de estimulación de la hormona liberadora de tirotropina (TRH). La PPID se controla mediante la administración de pergolida oral. La hipertricosis puede tratarse mediante cortes frecuentes del pelo del cuerpo.

La hipertricosis es el crecimiento excesivo de pelo que no se desprende (ver imagen) que se da en caballos más viejos (típicamente de 18 años o más). Se asocia con la PPID causada por un adenoma de las células de la porción intermedia de la hipófisis.

Esto contrasta con el hirsutismo, que se define como un aumento del crecimiento del pelo debido a un incremento de las concentraciones sanguíneas de andrógenos. Por lo tanto, "hipertricosis" es el término más correcto para describir el aumento adquirido en la longitud del pelo y la falta de muda, que se produce en los caballos con enfermedad hipofisaria. 

Los caballos de cualquier raza pueden nacer con una mutación de pelaje rizado, y los caballos de raza Bashkir Curly tienen un pelaje más largo que el de la mayoría de los caballos. Sin embargo, el pelo de esos animales no cambia a medida que el animal envejece.

Los adenomas hipofisarios pueden comprimir el hipotálamo suprayacente, que es el principal centro de regulación homeostática de la temperatura corporal, del apetito y de la muda cíclica del pelo. Además, los adenomas de la porción intermedia secretan cantidades incrementadas de la hormona estimulante de melanocitos alfa, un factor en el crecimiento del pelaje largo en invierno.

Hallazgos clínicos de la hipertricosis en caballos

Además de la hipertricosis, los signos clínicos de la PPID incluyen lo siguiente:

  • poliuria y polidipsia,

  • tono muscular deficiente,

  • debilidad,

  • somnolencia,

  • distribución anormal del tejido adiposo,

  • hinchazón de la fosa periorbital,

  • mayor susceptibilidad a las infecciones,

  • hiperpirexia intermitente,

  • hiperhidrosis generalizada.

Si también hay resistencia a la insulina, los animales afectados también tienen un alto riesgo de laminitis.

En la tabla Signos clínicos de la disfunción intermedia de la hipófisis, se resumen los signos comunes y poco comunes de la PPID.

Tabla

La hipertricosis frecuentemente se vuelve evidente debido a la falta de muda del pelo, que suele producirse de forma estacional y cíclica. Antes de que se observe hipertricosis generalizada, los caballos pueden tener pelo más largo en las patas, abdomen ventral y agarrotamiento de la garganta. Con el tiempo, el pelo de la mayor parte del tronco y las extremidades se vuelve largo (hasta 10-12 cm), anormalmente grueso, ondulado y, con frecuencia, enmarañado.

Los adenomas de la porción intermedia son los tumores hipofisarios más comunes en los caballos. Son de color amarillo a blanco, multinodulares y comprimen la porción nerviosa.

Los caballos con PPID pueden padecer hiperglucemia (por desregulación de la insulina) y glucosuria. No se sabe por qué algunos caballos con PPID se vuelven resistentes a la insulina y otros no. Sin embargo, el cortisol y otras hormonas que pueden estar presentes en concentraciones elevadas en los caballos con PPID son antagonistas de la insulina.

En los casos de PPID, las concentraciones plasmáticas de la hormona adrenocorticotrófica y de la hormona estimulante de melanocitos alfa pueden variar de moderadas a extremadamente elevadas. Las concentraciones de cortisol en sangre se mantienen dentro del rango normal, pero carecen de un ritmo diurno adecuado y escapan a la supresión por dexametasona mucho más rápidamente que en animales sanos.

Diagnóstico de la hipertricosis en caballos

  • Medición de las concentraciones de ACTH endógena en reposo

La insensibilidad a la insulina es el sello característico del adenoma de la porción intermedia en caballos. Sin embargo, debido a que estos signos se dan en caballos con síndrome metabólico equino u otros síndromes de desregulación de la insulina, no son diagnósticos de PPID.

En caballos con adenoma de la porción intermedia, otros hallazgos no específicos comprenden una neutrofilia absoluta o relativa, eosinopenia y linfopenia, lipidemia, hipercolesterolemia y anemia leve normocrómica y normocítica. Es posible que las enzimas hepáticas estén incrementadas. Las concentraciones de electrolitos suelen ser normales. El análisis de orina es normal, excepto por glucosuria ocasional y una densidad entre baja y normal.

El diagnóstico definitivo se basa en pruebas provocadoras o en la medición de la concentración de ACTH endógena en reposo.

El examen de supresión de dexametasona es una prueba provocadora que se utiliza para examinar a los caballos que puedan llegar a tener PPID. Primero, se mide la concentración inicial de cortisol; luego, se administra dexametasona (0,04 mg/kg, IM, una vez) y se vuelve a medir la concentración una o varias veces depués, según el protocolo de la prueba.

  • La dexametasona frecuentemente no suprime los valores de cortisol hasta el 30 % del valor basal (<1 μg/dl) 12-20 horas después de la administración. En caballos sanos, la concentración de cortisol disminuye al 30 % del valor basal (<1 μg/dl) 12 a 20 horas después de la administración de dexametasona.

  • Las concentraciones de cortisol vuelven al 80 % o más de los valores basales 24 horas después de la administración de dexametasona en caballos con PPID. Los caballos sanos han suprimido las concentraciones de cortisol 24 horas después de la administración de dexametasona.

Las pruebas de supresión de dexametasona pueden arrojar resultados falsos negativos y falsos positivos.

Se cree que la prueba de estimulación de la hormona liberadora de tirotropina (TRH) es el medio más sensible para detectar los tumores hipofisarios. La concentración endógena de ACTH en el plasma se mide 10 minutos después de la administración de TRH (1 mg por caballo, IV, una vez).

  • Concentraciones de ACTH <110 pg/ml después de la administración de la TRH son normales.

  • Concentraciones de ACTH >200 pg/ml se consideran positivas para el adenoma hipofisario.

  • Las concentraciones de ACTH entre 110 y 200 pg/ml son ambiguas (debe reexaminarse a los caballos más tarde).

Los caballos experimentan un aumento estacional de la concentración de ACTH endógena en otoño (de agosto a noviembre en el hemisferio norte). Los caballos sanos son menos propensos a tener una disminución de la concentración de cortisol en respuesta a la administración de dexametasona y también pueden mostrar una respuesta exagerada a la TRH en otoño.

Por esta razón, solo se debe examinar la concentración de ACTH endógena entre agosto y diciembre, y compararla con los valores normales específicos de la estación. Las pruebas provocadoras no se recomiendan en otoño, debido al alto porcentaje de falsos positivos, y solo deben realizarse entre enero y julio.

Perlas y trampas

  • Las pruebas provocadoras no se recomiendan en otoño, debido al alto porcentaje de falsos positivos, y solo deben realizarse entre enero y julio.

Existen varias consideraciones de diagnóstico para los caballos en los que se sospecha PPID:

  • Se deben descartar otras afecciones que causen debilitación crónica (p. ej., mal cuidado y nutrición, parasitismo y enfermedades sistémicas crónicas).

  • La poliuria y la polidipsia deben diferenciarse de las causadas por enfermedad renal crónica o diabetes insípida.

  • En casos de sospecha de PPID, la hiperglucemia, la glucosuria, la poliuria y la polidipsia deben diferenciarse de las causadas por una diabetes mellitus primaria.

  • Las concentraciones elevadas de insulina o un aumento de la proporción de glucosa a insulina deben diferenciarse de la hiperinsulinemia primaria (desregulación de la insulina, síndrome metabólico equino).

  • Los feocromocitomas pueden ocasionar hiperhidrosis, hiperglucemia y taquipnea, aunque estos tumores, por lo general, no son funcionales y solo se encuentran de manera incidental en la necropsia.

El diagnóstico diferencial de la hipertricosis incluye ser de la raza Bashkir Curly o tener una anomalía congénita de pelaje rizado. En algunos caballos, especialmente en los ponis, el manto crece mucho durante el invierno, lo que puede confundirse con hipertricosis. Sin embargo, lo mudan y el manto vuelve a la normalidad en primavera.

No existe otra afección reconocida en la que los caballos adultos adquieran un pelaje largo y rizado, además de la PPID. Por esta razón, la hipertricosis puede considerarse patognomónica de la PPID.

Tratamiento de la hipertricosis en caballos

  • Pergolida.

  • Buen cuidado.

Los caballos con PPID son relativamente frágiles, con una función inmunitaria deficiente, por lo tanto, la mayoría requiere una atención diligente para un buen manejo.

La pergolida (dosis inicial: 2 μg/kg, por vía oral, cada 24 horas, y luego se reduce según la respuesta individual), un agonista receptor dopaminérgico, es actualmente el único fármaco que ha demostrado disminuir las concentraciones de ACTH endógena en caballos con PPID. La mejora clínica se espera entre las semanas 6 y 12. Si los signos clínicos y los resultados de la prueba endocrina no mejoran, esta cantidad puede aumentarse gradualmente a razón de 500 μg por caballo (hasta un máximo de 4 μg/kg, por vía oral, cada 24 horas). La mayoría de los caballos se estabilizan con una dosis final de 500-1000 μg/caballo (0,5-1 mg/caballo), por vía oral, cada 24 horas.

Los efectos adversos descritos del tratamiento con pergolida incluyen apatía y anorexia. A menudo, estos signos son transitorios y se resuelven con el tiempo. Si no es así, la dosis puede disminuirse temporalmente o dividirse y administrarse cada 12 horas.

Aunque no se ha documentado que su uso mejore los signos clínicos cuando se administra sola, la ciproheptadina (0,25 mg/kg, por vía oral, cada 12-24 horas) puede ejercer efectos sinérgicos cuando se combina con la pergolida. En la experiencia del autor, la combinación puede producir resultados mejores que los obtenidos con la pergolida sola.

El trilostano, un inhibidor competitivo de la 3-beta-hidroxiesteroide deshidrogenasa, no se ha investigado adecuadamente en caballos, aunque su uso ha mejorado los resultados clínicos. Sin embargo, la administración de 0,4-1 mg/kg, por vía oral, cada 24 horas, ha mejorado los resultados clínicos.

La hipertricosis puede tratarse mediante cortes frecuentes del manto. Esto también puede disminuir el aumento de la sudoración que puede estar presente en caballos con pelaje largo.

Conceptos clave

  • La hipertricosis que se desarrolla en algunos caballos de avanzada edad está causada invariablemente por una disfunción de la porción intermedia de la hipófisis (PPID).

  • La PPID se trata con pergolida.

  • La PPID causa otras enfermedades más graves que la hipertricosis, como la desmitis, la tendinitis y una mayor susceptibilidad a las infecciones.

  • Un buen mantenimiento, que comprende herraje, cuidados dentales y manejo de los parásitos, es esencial para los caballos con PPID.

  • Los caballos con hipertricosis deben someterse a pruebas para detectar una desregulación de la insulina, que puede acompañar a la PPID y provocar laminitis.

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